2-0: Pocas opciones
Morata y Bale sentencian al Espanyol en el Santiago Bernabéu
El Espanyol no pudo dar la sorpresa y prolongó una temporada más su mala estadística en el Santiago Bernabéu. Tras un buen inicio del conjunto blanquiazul, el Real Madrid comenzó a generar peligro y a pesar del compromiso defensivo de los espanyolistas, Morata acabó marcando. En el segundo tiempo, los de Quique Sánchez Flores conservaron sus opciones hasta el tramo final cuando Bale sentenció con un gol a la contra.
El Espanyol llegaba al Bernabéu con la intención de recuperar el camino de los resultados positivos que se cortaron de raíz la pasada semana. Las sensaciones del juego eran buenas pero los blanquiazules querían ratificarlas con un resultado que se le resiste desde hace 21 años, cuando Lardín firmó la última victoria en el feudo blanco. Desde entonces, algún empate y algún partido más que parejo, aunque los últimos cinco enfrentamientos directos se han decantado demasiado claramente para los locales.
Acuciados por las bajas, los blanquiazules intentaron plantar cara durante muchos minutos. Y lo consiguieron hasta bien entrado el partido. El primer aviso lo puso Gerard en una jugada que se invalidó por fuera de juego y que sólo la regla de la realización televisiva demostró, al segundo intento, que el delantero catalán estaba en posición antirreglamentaria por la punta de su bota.
El Madrid, controlador durante muchos minutos, no inquietaba especialmente la meta de Diego López. El Espanyol se defendía pese a lo inédito de su defensa (David López de lateral y Diego Reyes y Óscar Duarte como centrales). Maniatado Ronaldo y Morata, el peligro lo generaba básicamente Lucas Vázquez por su movilidad. La primera oportunidad seria la firmó el delantero portugués y la desbarató Óscar Duarte cuando Morata se disponía a rematar a menos de un metro de la línea de fondo. Fue la antesala de la siguiente jugada, en la que el delantero del Madrid se coló entre la espalda de los centrales para marcar de cabeza un centro lateral.
Con ese ritmillo se llegó a la segunda mitad. Quique colocó a Hernán Pérez en lugar de José Antonio Reyes y buscó dotar al equipo de más punch en las bandas y más profundidad en ataque, con Gerard como punta de referencia.
La mejor ocasión, hasta aquel momento, la firmó Hernán con una pelota que robó cerca del área local y acabó rechazando con apuros Kiko Casilla. Después de eso, el Madrid aceleró durante unos minutos y, como temía el técnico blanquiazul, el equipo no acabó de encontrar su ritmo de juego ni la precisión en los pases finales ante esa presión.
El Espanyol llegó a los minutos decisivos del partido con algunas opciones para empatar, como mínimo. Parecía que el equipo dirigido por Quique Sánchez Flores estaba decidido a estirar un poco sus líneas, pero el R.Madrid volvió a hacer gala de su enorme pegada con el segundo tanto del partido conseguido por Bale. El galés, que reaparecía tras una larga lesión, sentenció el choque y dejó sin opciones a los blanquiazules.