Una futbolista emergente
Su irrupción en el fútbol profesional ha sido espectacular. El pasado verano Berta Pujadas firmó por el RCD Espanyol de Barcelona. Los responsables deportivos tenían claro que iba a sorprender, pero ni la propia jugadora podía pensar que las cosas fuesen a salir tan bien. Con solo 17 años debutó en la máxima categoría ante el R. Betis. Desde entonces se ha afianzado en el eje de la defensa y en poco más de una temporada se ha convertido en una de las piezas básicas del equipo.
“Comencé a jugar a fútbol sala. Luego, jugué con niños hasta que no pude por reglamento. Entré en el FC Barcelona y estuve cinco años, pero quería seguir mejorando y dar un salto en mi carrera. Cuando tomas una decisión, siempre te pueden entrar dudas, pero fichar por el Espanyol es lo mejor que pude hacer”, comenta. Berta, que este verano fue tentada por el FC Barcelona para regresar a la disciplina azulgrana, se ha convertido en un referente para el equipo y el técnico espanyolista, Joan Bacardit. “No me esperaba que las cosas fueran a irme tan bien. Llegué con la idea de ganarme el puesto, de jugar, pero no imaginé ser titular en el primer partido de liga. El cambio de aires me ha sentado muy bien y la gente me ha ayudado a adaptarme rápidamente”, explica.
Berta, que dice que ha aprendido a valorar más las victorias, fue protagonista este verano con la selección española Sub-20. “Coincidí con esta generación en el Europeo de Islandia en 2015. Fue el mejor, porque fue el primero y ganamos. Tenía ganas de volver a coincidir con estas jugadoras. Fue una gran experiencia y una lástima no poder ganar, pero hicimos un gran campeonato”, ha concluido.