Un paseo con Esteban Granero
El centrocampista muestra su lado más personal en un repaso a sus inquietudes fuera del fútbol
La imagen de Esteban Granero ha estado siempre asociada a la de un futbolista curioso, atípico, especial. Uno de esos tipos que, después del entrenamiento, ya tiene la agenda del día llena de actividades. Y por eso hay un Granero futbolista, pero también un Granero casi músico (toca el piano y la guitarra), un Granero que juega al ajedrez con suficiente nivel, un Granero mecenas que organiza y apadrina cenas con fines solidarios y hasta un Granero empresario interesado en alcanzar desarrolladores de modelos predictivos mediante inteligencia artificial. También hay un Granero sereno padre de familia y un Granero universitario que tiene, aparcada por el momento, la carrera de psicología y otro más interesado en todos los eventos culturales que le ofrezca la ciudad. Y hay incluso un Granero paseador que, en un año en Barcelona, ya tiene claro cuáles son sus rincones favoritos de una ciudad que le ha cautivado y en la que no se siente extraño.
De un paseo por sus calles, apenas unas horas después de cerrar la temporada en San Mamés, surge esta entrevista en la que deja pinceladas de las distintas etapas que ha vivido como profesional en Madrid, Londres, Donosti y Barcelona y el ánimo esperanzado con el que el equipo acabó la pasada temporada. Insiste en que ahora llegan unas semanas para descansar y para realimentar su voluntad de volver comenzar en julio con la máxima ilusión y “con total ambición desde el primer día”.