Un café con Óscar Cobacho
Desde su confinamiento en Pallejá, el técnico del Espanyol B Femenino hace un balance positivo de la temporada a la espera de saber la fecha y el rival para jugar el play-off de ascenso a la Reto Iberdrola
La afición perica se ha tomado esta tarde de martes "Un café con Óscar Cobacho", el entrenador del Espanyol Femenino B. El filial se ha proclamado campeón de su grupo en Primera Nacional y ahora está a la espera de disputar el play-off de ascenso que puede darle la llave para competir en la Reto Iberdrola.
Cobacho explica que, lo importante en esta situación es la distracción del grupo. “Durante el confinamiento estamos tocando temas futbolísticos, hemos intentado ver si hay aspectos a mejorar mediante vídeos y análisis, la preparadora les ha pasado plannings y hemos hecho dinámicas de grupo para distraernos y hacer equipo”.
En cuanto a proclamarse campeonas de su grupo, Cobacho expresa que, lo que más mal le sabe, “es que haya sido todo tan frío”. El míster matiza: “Nos hubiese gustado acabar la competición y celebrarlo en el campo. Pero la situación no debe quitar mérito a lo que se ha hecho hasta el momento”.
En cuanto a la situación actual, Óscar Cobaco explica que “los nervios que hay ahora son por la incertidumbre de saber cuándo será el sorteo y quien será el rival. Pero una vez se sepa, se trata de plantear bien el partido, analizar el rival y de estar con ganas de ganar y culminar esta buena temporada”.
El técnico, preguntado por los objetivos de la temporada asegura que, para él, se han cumplido a medias. “Nos falta ganar la promoción de ascenso y conseguir el objetivo de subir a segunda a nivel colectivo. La temporada, más que digna, va a ayudar a salir a las jugadoras fortalecidas y revalorizadas tanto interna como externamente”.
Cobacho ha asegurado que, desde el principio, se creó un equipo versátil, con la capacidad de ser un vestuario solidario. “No todo han sido goleadas y llevar el peso del partido. Hemos tenido capacidad de adaptación. Había talento, pero sobre todo un vestuario con gente muy sana que ha sabido estar en las buenas y en las malas”.
Lo más difícil de ser entrenador, para Cobacho, es la gestión de un grupo. “Cuando las cosas van bien es fácil estar en la línea, pero los momentos difíciles también hay que saber llevarlos y convivir porque al fin y al cabo somos personas”.
Para el técnico, el Espanyol de Barcelona es un gran club reconocido a nivel mundial. “Cuando empecé a entrenar, si me dicen que hoy estaría aquí, no me lo hubiese creído. Ahora mismo estoy viviendo un sueño y trabajando en el día a día para que esto dure lo máximo en el tiempo”.