Última sesión de la semana
Unos 50 minutos de entrenamiento en la ciudad deportiva del Bury (Carrington Training Centre, los mismos campos que usaba el City hace unos cuantos años, antes de su actual ciudad deportiva), han servido para que el Espanyol cierre la semana de trabajo antes de enfrentarse, este domingo, al Burnley FC.
Los blanquiazules, que se han desplazado por la mañana hasta Manchester, afrontan plenamente ilusionados el cuarto partido de la pretemporada. Veintidós jugadores ha desplazado el técnico del Espanyol al que, a priori, puede ser el amistoso más complejo de la pretemporada.
Los blanquiazules no sólo han de prestar atención a un equipo que la temporada pasada acabó séptimo en la Primer, sino que también tendrá enfrente a un bloque mucho más rodado y con más partidos disputados, algunos de competición oficial como la Europa League, a estas alturas de verano.
Rubi seguirá dando minutos a sus jugadores y volverá a exigir concentración durante el partido y que el equipo siga evolucionando como espera el técnico catalán, que sigue inculcando en sus jugadores el valor del esfuerzo colectivo.
El entrenador blanquiazul se muestra, en lo que llevamos de pretemporada, halagado por el esfuerzo y la competitividad que ha encontrado entre el grupo. Así lo recuerda una y otra vez. Y así se lo agradece continuamente a sus jugadores. Este domingo, una nueva prueba.