Test de monitorización cardiaca
La plantilla del Espanyol se ha sometido en las últimas horas a un novedoso test de monitorización cardiaca durante una sesión de entrenamiento. El elemento más innovador de este sistema que utiliza la empresa Nuubo y que ya se ha probado en otras ligas como el Calcio o la Premier, es que permite tomar datos cardiológicos de los futbolistas durante un entrenamiento real, por ejemplo.
“Lo que se hace es registrar la actividad cardiaca de cada jugador en un medio muy específico porque es exactamente en el terreno de juego, con pelota y con los esfuerzos propios del fútbol. Quizás sea la prueba de esfuerzo más específica para un futbolista hoy en día. Estos datos se van monitorizando y se pueden comprobar en tiempo real. Además luego obtenemos un informe muy riguroso de todo lo que ha pasado en ese entrenamiento. Es una manera de tener toda la actividad cardiaca desde que los jugadores llegan al campo, comienza el calentamiento, la actividad física y hasta que terminan en el vestuario. Así obtenemos todas las intensidades que se dan en el entrenamiento”, explica Carles Enrique, médico del primer equipo.
Pensado para la prevención y el diagnóstico de la actividad cardiaca, este nuevo sistema permite controlar casi de inmediato si, en el máximo nivel de entrenamiento, “se ha producido alguna arritmia o alguna incidencia que nos permita detectar cualquier patología”, insiste el médico blanquiazul.
Los sensores inalámbricos, instalados en un peto que se coloca bajo la camiseta de entrenamiento, no interfieren ni incomodan durante la actividad física y permiten almacenar “un registro electrocardiográfico muy claro, fiable y seguro, con una información muy estricta”.
De la misma manera, además de evaluar la actividad física, aportan datos para valorar el rendimiento real de los jugadores, una herramienta que, posteriormente, aplicarán los preparadores físicos en los entrenamientos. “Por un lado medimos la frecuencia cardiaca máxima, pero también el umbral anaeróbico. Es decir, no sólo obtenemos datos de diagnóstico sino también de rendimiento”, concluye Carles Enrique.