Oier, Marc Roca y Campuzano, disponibles
El campo del CF Peralada acogió, el pasado 12 de marzo, el último entrenamiento del RCD Espanyol antes del confinamiento obligatorio que ha seguido toda la población por la crisis del COVID-19. Ese día Oier y Marc Roca fueron los únicos jugadores que se quedaron en el hotel de concentración haciendo un trabajo diferenciado. El meta arrastraba una lesión muscular en el gemelo izquierdo, mientras que el centrocampista catalán padecía una tendinopatía en el tendón de Aquiles del tobillo izquierdo.
En ambos casos, el confinamiento y el parón obligado de la competición les ha servido para llegar a estos primeros días de entrenamiento al mismo nivel que el resto de sus compañeros. Las molestias ya están olvidadas y se ejercitan, por ahora en solitario, con la misma intensidad que los demás. Estarán, por lo tanto, en condiciones de incorporarse con normalidad cuando se abra la opción de los entrenamientos en grupo.
En la misma línea hay que apuntar a Víctor Campuzano, con molestias alternas durante unas semanas por una pubalgia y, ahora, en condiciones de mantener el mismo ritmo que sus compañeros.