Nos deja Josep Manel Casanova
Fue jugador, entrenador y coordinador del fútbol base del RCD Espanyol
Hay personas que ha tenido una enorme incidencia en la historia del RCD Espanyol, en su desarrollo como club. Es el caso de Josep Manel Casanova (Barcelona 11-2-1951, Málaga 6-8-2017), que ayer no dejó a los 66 años de edad víctima de un infarto mientras presenciaba un partido de fútbol.
Casanova puede considerarse el padre del fútbol base del RCD Espanyol aunque su vínculo con el club comenzó mucho antes. Manel jugó cuatro temporadas en el primer equipo del RCD Espanyol (1975-79), con Manuel Meler de presidente, y disputó 71 partidos oficiales (63 de Liga y 8 de Copa) en los que logró dos goles. Además defendió los colores del CE Sabadell, Terrassa, Júpiter y Sant Andreu.
Tras retirarse como futbolista por una lesión en la rodilla se integró como entrenador del fútbol base y también fue presidente de la Agrupación de Veteranos del RCD Espanyol. El entonces presidente Juli Pardo y Dani Solsona nombraron a Manel Casanova nuevo coordinador del fútbol base en un momento duro para la cantera. También tuvo tiempo para sentarse en el banquillo y ser el ayudante de Luis Aragonés, Paco Flores –con quien ganó la Copa del Rey del año 2000- y Ramon Moya.
Durante prácticamente dos décadas estuvo al mando de la cantera perica que comenzó a ganarse el respeto tanto a nivel nacional como mundial. El trabajo de Manel y sus colaboradores comenzó a dar sus frutos y pronto alcanzaron la élite futbolistas como Jordi Lardín, Roberto Fresnedoso y una larga lista… aunque el punto de inflexión llegó con la Quinta de la Intertoto 98. Esa nómina de jugadores con nombres como los de Raúl Tamudo, Ángel Morales, Toni Soldevilla, Joan Capdevila, Enrique de Lucas, Pedro Nieto o Sergio González significó un cambio importante y puso a la cantera en el primer plano.
Con la inauguración de la Ciudad Deportiva se cumplió otro de sus sueños: el club por fin contaba con una instalación propia donde podían entrenarse todos sus equipos. Éste fue otro momento clave en el desarrollo del fútbol base que, desde entonces, no ha cesado de producir jugadores de gran talento. La lista es interminable.
El espanyolismo ha perdido a uno de sus referentes, a una de las personas más influyentes de su historia y que ha ayudado al RCD Espanyol a crecer y a convertirse en un ejemplo para el resto de clubes. La puerta 75 del RCDE Stadium lucirá por siempre su nombre. Gràcies per tot, Manel.