Miguelón & Puado: ambición e ilusión
Ambos vivieron el año pasado una categoría “complicada y difícil”, pero se conjuran para “llevar al equipo a donde tiene que estar, en Primera División”
A Miguel Llambrich le llaman ‘Miguelón’ desde los doce años, cuando dejó Benidorm para incorporarse al fútbol base del Villarreal. Era el más pequeño de todos -“ahora tampoco soy tan grande”, bromea- pero se crecía ante los mayores, luchaba y plantaba cara en cada disputa, motivo suficiente para un apodo que aún conserva. A Javi Puado nadie le ha bautizado con otro mote, “por ahora”, puntualiza el de Benidorm. Nunca jugaron en contra. Ni siquiera el año pasado en Segunda.
El catalán aportó goles a un Zaragoza que se quedó sin plaza de ascenso porque la SD Huesca, donde jugaba ‘Miguelón’, acabó quitándosela. Pero ahora han sido los dos últimos en llegar al primer equipo y comparten todas las horas de la concentración. Puado le hace de anfitrión y Miguel reconoce que se ha encontrado “un grupo muy sano y eso se nota en el campo”. Precisamente el lateral argumenta que los dos tienen un carácter muy compatible. “Nos gusta más o menos lo mismo: dormir”, comenta entre risas después de una intensa sesión de entrenamiento. “Ponemos la misma música y vemos en televisión series y deportes que nos gustan. Somos muy parecidos”, reconoce Puado.
Por eso, cuando se les pregunta por la temporada que está a punto de comenzar responden más o menos en los mismos términos. “Es una categoría muy difícil, muy competitiva. Se está formando un buen equipo. Es un grupo sano y eso se refleja en el campo. Hemos de ir todos a una, afición y equipo, y creo que conseguiremos el ascenso”, apunta Miguelón. Y certifica Puado: “sí, es una categoría muy difícil y cada semana pueden pasar muchas cosas. Puedes ganar un partido y subir tres puestos. Hay mucho nivel. Intentaremos ascender directamente y llevar al equipo a donde tiene que estar, en Primera División”.