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'L’Espanyol per dins'
Pedro Doménech, conductor oficial del RCD Espanyol, se somete a las preguntas más irreverentes de los jugadores del primer equipo
Pedro Doménech Pérez, sesenta y pocos, treinta y muchos detrás de un volante. Casi tres décadas, de una manera u otra, acompañando al Espanyol y sus equipos por estos campos y estas carreteras de la península. Más de media vida de blanquiazul con sólo una infidelidad leve: "18 días llevando a la selección española de waterpolo, pero con muchos pericos dentro", recuerda con una sonrisa. El mismo que usa para aguantar un cuestionario de los jugadores de la actual plantilla, a pocos meses de jubilarse, de dejar su carné profesional y de empezar a pasar todos los días de la semana, ahora sí, con su mujer y sus nietos.
Dice que el autobús del Espanyol quema unos 70.000 kilómetros al año. La mitad con el primer equipo, cada fin de semana, y la otra mitad con otros servicios del filial, el juvenil o las chicas del femenino. "Más o menos, para redondear, estas son las cifras". Aguanta con humor las bromas de los diferentes jugadores que han pasado por los asientos del autobús del equipo. Conoce secretos, risas y lágrimas de los cientos de partidos, de los miles de desplazamientos y soporta, con la rigidez y fiabilidad del mármol de su Macael natal - "yo soy de Macael, no de Almería" -, las tediosas horas de viajes en solitario y las burlas de medio equipo que le recuerdan que los autobuses también pueden llevar GPS. ¿Verdad, Pedro?
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