Ilusión renovada
Gragera reconoce que “no queda otra que apretar los puños” porque “el objetivo es muy bonito y hay que perseguirlo a muerte”
A estas alturas del campeonato y con la mirada puesta ya en el partido del próximo sábado ante el Tenerife, José Gragera apuesta, ahora más que nunca, por no pensar más que en el partido inminente. Reconoce que la victoria de La Romareda, fue un punto de inflexión que ha demostrado que existe una clara unión con la afición.
Asegura, igualmente, que la llegada de Manolo González al banquillo ha venido acompañada “de mucha ilusión” y que su trabajo refleja todo lo que “había hecho con el filial: calma con el balón y mucha presión”. De alguna manera, dice, “se asemeja mucho a lo que nos pedía Luis García a principio de temporada: apretar, presionar, ganar duelos, tener calma en el campo rival y mantener la posesión. Estos conceptos también se veían reflejados en el filial”.
Autocrítico también en sus palabras, Gragera asume que “si ha habido cambios de entrenador será porque los jugadores también tenemos parte de culpa de que las cosas no salieran. Pero la verdad es que es una liga muy complicada y todos los equipos se dejan puntos. Igual, en un principio, se pensó que sería más fácil que lo que es en realidad. He vivido varios años en esta categoría y sé que hemos de dar más nosotros. Quedan once finales y se tienen que jugar partido a partido, pero viendo que nos jugamos mucho. No queda otra que apretar los puños y ser conscientes de la situación en la que estamos. El objetivo es muy bonito y hemos de perseguirlo a muerte”.
Apunta que hay que evitar pensar que, por jugar con los de abajo, “será más fácil. Cada uno se va a jugar lo que le toca. No hay que volverse loco. Hay que centrarse en el Tenerife. No irnos más allá. Si estamos centrados en el partido del fin de semana sacaremos resultados”.
Por último, cuestionado sobre algunos de los últimos resultados que acabaron escapándose, lamenta que “fuera así”, pero entiende que “muchas veces acabas reculando” por mantener la ventaja, pero insiste en que, a partir de esa experiencia “toca crecer”.