Dos meses después...
La plantilla blanquiazul vuelve a los entrenamientos en la Ciutat Esportiva Dani Jarque
Los jugadores del Espanyol han comenzado esta mañana los entrenamientos en la Ciutat Esportiva Dani Jarque siguiendo los estrictos protocolos sanitarios que ha impuesto LaLiga en este regreso al trabajo y una vez que han superado las pruebas médicas de la pasada semana. A partir de hoy se abren escenarios desconocidos dentro de una situación absolutamente anómala, tras el forzado parón por el confinamiento domiciliario.
Justo dos meses después de la última sesión celebrada en la Ciutat Esportiva Dani Jarque (el 11 de marzo, antes de desplazarse a Torremirona), la plantilla se ha reencontrado con una instalación blanquiazul blindada en cuanto a los accesos, permanentemente desinfectada y con la obligación de seguir unas minuciosas pautas de trabajo en solitario.
Así es el nuevo día a día que se prorrogará, en distintas fases, durante unas cuantas semanas. Llegadas individualizadas y programadas en el tiempo, toma de temperatura nada más entrar en la instalación, esperas dentro del coche, con la ropa de entrenamiento ya puesta para comenzar cada turno de trabajo, la imposibilidad de permanecer en el vestuario o la zona de duchas… Todo milimétricamente programado, desde las botellas de agua individualizadas y marcadas, hasta la máxima desinfección de todos los elementos usados después de cada uso. Vuelta al coche sin poder descansar o ducharse, recogida, en una bolsa sellada, de la ropa que se ha de usar el día siguiente y la máxima distancia física entre cada una de las personas que participan en estos entrenamientos.
Con esas pautas, la plantilla blanquiazul se ha dividido en cuatro grupos de ocho jugadores (incluyendo cinco futbolistas del filial que se han añadido al trabajo del primer equipo). Cuatro son también las franjas horarias previstas: tres por la mañana y una por la tarde y cuatro, igualmente, los escenarios donde se realiza la rutina física. Dos gimnasios y dos campos de fútbol natural. Dos jugadores en cada zona. Unos minutos marcados para cada ejercicio y cambio de ubicación. Una rotación obligada para maximizar los tiempos y los ejercicios. Y así será cada día mientras dure esta primera fase de entrenamientos individuales.