De la Dani Jarque al RCDE Stadium… ¡y por muchos años más!
Marc Roca, que siempre ha destacado por su talento y compromiso, llegó al RCD Espanyol en la temporada 2008-2009 siendo infantil de primer año
Han pasado más de ocho años desde que Marc Roca (La Granada del Penedès, 1996) debutara con la camiseta blanquiazul. Roca, que llegaba procedente del Atlètic Vilafranca, comenzó su andadura en el Infantil B que entonces dirigía Dani Fernández. El centrocampista catalán, que siempre ha destacado por su talento y su compromiso, fue superando etapas hasta llegar al Juvenil A, donde realmente despuntó de manera extraordinaria. Es todo un ejemplo de futbolista, hábil y maduro, formado en la factoría de talento del club en Sant Adrià del Besòs.
Aunque por su capacidad de dar salida al balón algunos consideraban que podía actuar como lateral izquierdo, Marc Roca comenzó a destacar en el Juvenil A en el doble pivote. Su sociedad con Djakaridja Traoré fue clave en los esquemas de David Gallego, hoy al frente del filial. En su último año como juvenil, en el que ya debutó con el filial de Lluís Planagumà, fue uno de los jugadores más destacados y uno de los artífices de los éxitos logrados por el equipo blanquiazul. Sus buenas actuaciones llamaron la atención del entonces seleccionador español, Luis de la Fuente, que le citó en más de una ocasión para la sub-19.
Tras demostrar su potencial en su último año como juvenil, el centrocampista catalán se consolidó, a pesar de su juventud, en uno de los referentes del filial la pasada temporada. Roca fue el dueño del centro del campo blanquiazul aunque tampoco tuvo problemas para jugar de lateral izquierdo en más de una ocasión. Su destacada actuación en el Espanyol B hizo que la dirección deportiva y el entrenador espanyolista, Quique Sánchez Flores, apostaran por él para realizar la pretemporada con el primer equipo. Su llamada era un premio al trabajo de los diferentes entrenadores que ha tenido en el club y a la firme apuesta de la entidad y del cuerpo técnico por los jugadores del fútbol base.
Roca había llamado a la puerta pero, como diría el ex entrenador perico José Antonio Camacho, para quedarse en la élite hay que derribarla. Y Roca lo ha conseguido. Ya demostró en verano que el sueño de debutar en Primera División era posible. El catalán acaparó muchos elogios durante la preparación estival y Sánchez Flores no dudó en convocarle para el primer partido de Liga ante el Sevilla. Para su debut sólo tuvo que esperar una semana más: ante el Málaga en el RCDE Stadium. El centrocampista cumplía un sueño y confirmaba las buenas sensaciones transmitidas durante la pretemporada. Desde entonces, ha participado en todos los partidos del primer equipo salvo ante el Athletic Club por unas molestias en el sóleo.
“Tengo claro que soy jugador del Espanyol B, pero cualquier jugador quiere llegar al primer equipo para quedarse. He llegado, quiero quedarme y lo intentaré”, decía con determinación en su primera rueda de prensa de este curso. Marc, que ha tenido que trabajar mucho para llegar al primer equipo, no se conforma y quiere seguir siendo un jugador importante para la entidad. Su renovación hasta 2022 indica la confianza de la entidad en su progresión y en su futuro, además de llenar de orgullo a la afición espanyolista al ver que otro futbolista hecho en casa se consolida en el primer equipo. Marc Roca no ha dejado de mostrar su sonrisa sincera y su amor por los colores del Espanyol en el periplo lleno de esfuerzo y de sueños que va desde la Dani Jarque al RCDE Stadium. ¡Por muchos años más de perico!