Comunicado oficial
Una vez finalizado el partido frente al Club Atlético de Madrid, el RCD Espanyol solicitó formalmente al Comité Técnico de Árbitros (CTA) la imagen o secuencia que avalara la concesión del segundo gol del conjunto madrileño, en una decisión tomada por los árbitros VAR (Video Assitant Referee) y que supuso una corrección a la decisión tomada por el árbitro del encuentro. Recordemos, que como el propio reglamento establece, para cambiar una decisión arbitral desde Las Rozas, deberá existir una imagen concluyente e inapelable para ello.
En la tarde de hoy hemos recibido respuesta por parte del responsable del proyecto VAR, el Sr. Carlos Clos Gómez, en la que nos informa que en base al reglamento actual no les es posible facilitarnos imágenes o conversaciones entorno a las decisiones adoptadas en la sala VOR, confirmándonos no obstante que la imagen usada para anular la decisión del colegiado y validar el segundo gol del Atlético fue la mostrada en la realización televisiva, la procedente de la conocida como ‘spider cam’.
En base a lo anterior, el RCD Espanyol quieren manifestar que:
1.- La única imagen usada para la concesión del gol ofrece una perspectiva desde la que es imposible determinar si la pelota ha entrado o no en su totalidad. Es más, todos los análisis propios (del club) y de terceros a los que hemos tenido acceso, demostrarían, por contra, que la pelota no traspasa en ningún momento la línea de gol en su totalidad.
2.- Que esta forma de proceder incumple el protocolo VAR, por cuanto corrige una decisión arbitral sin disponer de una sola prueba concluyente para ello. Se produce por tanto una adulteración del partido y una negligencia manifiesta en la aplicación de las normas y en el uso de la tecnología disponible, derivándose de ello un daño irreparable a nuestro club en el resultado del partido de ayer y, por tanto, en nuestra situación clasificatoria.
3.- Adicionalmente, consideramos que esta semana se ha establecido un precedente que sienta un nuevo paradigma en la administración de la justicia deportiva en el fútbol español, al intervenir el Comité de Competición en decisiones previamente arbitradas en el campo y en el VAR. Tras la disputa del encuentro Valencia CF - Real Madrid, dicho Comité entendió que en una acción de aquel encuentro el uso de la tecnología y las imágenes disponibles por parte de los árbitros de VAR “fue totalmente parcial, sesgada y determinante del error del colegiado en la valoración de lo acaecido”. Derivado de todo lo anterior, se decidió la retirada de una tarjeta roja mostrada a un jugador.
Este nuevo paradigma debería haberse empleado a nuestro entender en el caso que nos ocupa y, hubiera debido aplicarse también por parte del Comité, entre otros ejemplos, en el partido que disputamos en la jornada número 33 en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, en el que se concedió validez al primer gol del Sevilla FC en una acción precedida de falta a nuestro jugador Brian Oliván, no mostrándole desde el VAR al árbitro de campo una toma (disponible) en la que se apreciaba de forma clara la falta.
4.- Por todo lo anterior, el RCD Espanyol considera vulnerados sus derechos, sintiéndonos perjudicados de forma grave, por lo que procederemos, en consecuencia, a impugnar el partido disputado ayer y solicitar, por tanto, que se proceda a acordar su nulidad. Asimismo, el RCD Espanyol, en defensa de sus legítimos intereses, estudia posibles acciones legales adicionales por el posible daño patrimonial derivado de esta actuación. Resulta sumamente importante mencionar que no pretendemos denunciar la existencia de un error arbitral humano, inherente a la propia naturaleza del deporte. Lo que el RCD Espanyol denuncia ante el Comité de Competición de la RFEF es la existencia de una actuación negligente grave por parte del colectivo arbitral designado para el citado encuentro y, en concreto, por parte de los árbitros VAR designados por la RFEF, del que a su vez dimana un error material manifiesto y flagrante, generador de irreparables perjuicios para el RCD Espanyol, tanto deportivos, como potencialmente económicos.
Entendemos que es incompatible presumir de los más altos estándares y asistir a un uso “parcial y sesgado” de una tecnología claramente insuficiente. Aspirar a disponer de la mejor competición del mundo requiere de hechos además de buenas intenciones.