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Ambición sin límites
Rubi cree que el equipo ha hecho méritos para llevar siete puntos “porque hemos estado muy cerca de conseguirlo”
Rubi se muestra ambicioso y decidido en todo momento. En los partidos, en los planteamientos, en los entrenamientos, con sus jugadores y en cada oportunidad que tiene de decirlo públicamente. La última ocasión hace unas horas, mientras recibía un reconocimiento en Vilassar de Mar, el lugar donde nació y donde reside.
Recuerda que su afición a entrenar comenzó muy pronto “a los 13 o 14 años, aquí en Vilassar. Yo jugaba y Xevi Ramón, una institución aquí, me dijo que necesitaba un entrenador para llevar chicos de ocho o nueve años. Yo le pedí que me dejara. Me lo pasé muy bien. Uno de los chicos que jugaban allí era un hijo de Dani Sánchez Llibre. A los 31 comencé esta aventura, muy dura, pero estoy muy orgulloso y con mucha responsabilidad porque veo que hay gente que quiere hacerlo bien”.
Dice que esta semana sigue “trabajando cosas que pensamos que hemos de hacer mejor. Ha sido una pena no haber jugado este fin de semana porque el equipo estaba enrabietado por la derrota del otro día. Intentaremos mantener esta rabia deportiva esta semana. Así se lo recordaré a los jugadores mañana, en el primer entrenamiento de la semana”.
Insiste en que quiere quitarse “la espina clavada” de la derrota de Vitoria y apunta que ha notado que “si hubiésemos jugado esta semana, el equipo hubiera volado porque tenía muchas ganas de resarcirse de la derrota”.
Reitera que no tiene ninguna duda “de que iremos hacia delante” y pone como ejemplo “la prueba del otro día de que el equipo, no especuló en ningún momento. La plantilla cree en lo que estamos haciendo y tiene ganas de darle alegrías a la afición”.
También reconoce que “podíamos ser la sorpresa positiva del campeonato si tuviésemos siete puntos. Hemos estado muy cerca de conseguirlo. El resto es algo que ya lo esperaba. Está todo muy igualado. No me ha sorprendido. La sensación debíamos ser nosotros y espero que en unas semanas así sea”.