5-0: Castigo excesivo
Un gol en claro fuera de juego de Messi deja KO a un Espanyol que perdonó en los últimos metros
El Espanyol inició el partido serio, juntito y esperando el contraataque a través de la velocidad de Leo Baptistao en la punta de ataque y las llegadas de Gerard y Piatti desde segunda línea. Aún así, la tentativa de sacar algo positivo del Camp Nou se acabó en el minuto 25. Messi batía a Pau tras recibir en claro fuera de juego. Los blanquiazules intentaron llegar a puerta con peligro, pero Piatti, en dos ocasiones, y Baptistao no pudieron acortar distancias. El FC Barcelona se ensanchó en la segunda parte y sentenció el partido.
En cualquier caso, Quique Sánchez Flores hizo una lectura previa del partido en la que decidió que tocaba mover ficha. Por un lado, recuperaba a Víctor Sánchez para el lateral derecho y luego eligió velocidad y tensión en el eje de la defensa con Mario Hermoso. También imaginó que el centro del campo necesitaba músculo, y para darle espacios, prefirió llevar a la banda izquierda a Sergi Darder y a Piatti a la derecha. En el lado azulgrana, Valverde rompió todos los pronósticos de los que esperaban el debut de Dembélé. Estaba en todas las apuestas pero comenzó en el banquillo. Y después, más o menos, las caras de siempre en uno y otro equipo.
El Barcelona comenzó a tener la pelota, la posesión y a acercarse a la meta de Pau López. Lo que se esperaba. Pau demostró que está en pleno crecimiento y desde allí, el Espanyol, arropado, solidario y muy trabajador dibujó perfectas líneas de defensa a la espera de salir a la contra. Los minutos fueron pasando sin sobresaltos en las áreas, hasta que Messi adelantó a su equipo en una acción en claro fuera de juego que no vio ni el colegiado ni el asistente, pese a las protestas blanquiazules.
El Espanyol se estiró poco a poco, pero estaba claro que le perseguía la mala suerte. Un rechace en el área de Ter Stegen se convirtió en una contra local que pareció abortada pero después de un doble rebote (incluyendo la cara de Diop) la pelota le cayó perfecta a Jordi Alba para asistir a Messi, que no perdonó a un metro de Pau. El 2-0 sólo confirmaba el enorme nivel de acierto de los locales, pero dejaba un enorme malestar entre los jugadores del Espanyol: fuera de juego y mala suerte en los rebotes. Pero en lugar de desanimarse, el equipo siguió acercándose a Ter Steger y Piatti estrelló una pelota en el poste, en la mejor oportunidad visitante.
La segunda mitad comenzó con un arreón local, como se esperaba y con una parada espléndida de Pau ante Luis Suárez. De inmediato, una pelota mal despejada de Jordi Alba no la pudo aprovechar Piatti. Su intento de superar por alto a Ter Stegen salió desviado. Más tarde la tuvo Baptistao, pero su remate, tras una buena acción de ataque la desvió Umtiti con el cuerpo.
El esfuerzo blanquiazul volvió a toparse con la amarga realidad de los rebotes. Messi hizo el tercero después de que la defensa cerrase bien el intento de remate de Luis Suárez, pero una pelota que parecía muerta repitió el mismo movimiento entre Jordi Alba y el argentino antes de batir a Pau. Dídac probó fortuna con un zapatazo tremendo que obligó a Ter Stegen a estirarse.
Ya cuando el partido agonizaba, Piqué hizo el cuarto a la salida de un córner y Suárez cerró el marcador tras un contraataque.