3-3: Punto de casta
El Espanyol iguala un 0-3 y salva un punto en el añadido gracias a un gol de Baptistao
De locos. Increíble el partido que se ha vivido esta mañana en el RCDE Stadium. El Espanyol salvó un punto en el añadido tras igualar un cero a tres en contra en un encuentro que ha tenido momentos de todo tipo. Empezaron bien los locales con buen juego y oportunidades. Sin embargo, el Eibar se aprovechó de los errores defensivos y llegó con tres goles de ventaja al descanso. Hernán Pérez, Piatti y Baptistao, jugando con uno menos por la expulsión de Caicedo, consiguieron empatar y rescatar un punto.
Quique Sánchez Flores apostó por hacer cambios, nuevamente, en su once. Una vez conseguido dar un paso en defensa el objetivo era generar más fútbol y jugar con más calma. El entrenador espanyolista apostó por ubicar a Martín Demichelis en el eje de la defensa junto a Diego Reyes y a situar a Jurado en banda izquierda. Los sacrificados, Javi Fuego, que dejó su puesto a David López y Salva Sevilla, el jugador descartado. Javi López volvió al lateral derecho y Víctor Sánchez, al izquierdo. El once invitaba al optimismo y a soñar con una matinal de buen fútbol.
El Espanyol tuvo el mejor inicio de la temporada en casa con minutos de muy buen fútbol y claras oportunidades para marcar. Jurado, en su primer partido como titular, no aprovechó un servicio magistral de Marc Roca para inaugurar la cuenta blanquiazul y, pocos minutos después, fue Piatti el que desaprovechó una gran asistencia de Leo Baptistao. El conjunto de Quique Sánchez Flores se sentía cómodo sobre el terreno de juego, dominaba a su rival y hacía disfrutar a la grada con su fútbol. En un día que se había despertado con lluvia y mal tiempo en Barcelona, era una alegría ver el juego de los espanyolistas. Sin embargo, los rayos de esperanza se tornaron en nubarrones en menos de cinco minutos.
El Eibar respiró aliviado cuando el Espanyol bajó sus revoluciones y los visitantes comenzaron a ganar metros sobre el terreno de juego. Kike avisó con un remate de cabeza que salió desviado. Fue el preludio de los cinco minutos fatídicos que se vivieron en el RCDE Stadium. Sergi Enrich se benefició de una cadena de errores defensivos para marcar el primer gol de los guipuzcoanos. El palo fue duro, pero todo se complicó más cuando un centro sin aparente peligro de Inui lo remató, sin querer, Diego Reyes en su propia portería. El estadio se quedó helado. Parecía que la situación no podía ser peor, sin embargo, antes del descanso, el equipo recibió un mazazo definitivo. Los de Mendilibar sentenciaron prácticamente el encuentro al aprovechar una contra que cogió totalmente descolocado al equipo. Aunque Diego López fue capaz de evitar el gol de Sergi Enrich en un mano a mano nada pudo hacer para detener el remate a bocajarro de Kike.
Sánchez Flores buscó reactivar a su equipo con un doble cambio: Hernán Pérez y Aarón entraron por Javi López y Marc Roca. Tocaba tirar de épica, amor propio y casta para intentar, por lo menos, recortar la diferencia en el marcador. Afectado por los numerosos varapalos, el Espanyol soñó con engancharse al partido cuando Hernán Pérez superó a Riesgo. El efecto del gol duró poco porque el Eibar tiró de veteranía y fomentó las interrupciones y pérdidas de tiempo. La remontada se alejaba, pero las esperanzas aumentaron cuando Piatti recogió un balón en el área para fusilar a Riesgo.
Quique arriesgó al máximo con la entrada de Caicedo. El técnico confiaba en la remontada y también la grada comenzó a soñar con el milagro. Sin embargo en una mañana plagada de desilusiones llegó la última con la expulsión de Caicedo que vio dos amarillas en pocos minutos. Con uno menos y con un Eibar bien asentado era una misión prácticamente imposible. Sin embargo, Baptistao apareció en el último minuto para marcar un gol que el celebró como una victoria.