3-1: En estado de gracia
El Espanyol logra la cuarta victoria de la temporada en casa tras completar un partido perfecto
Se acabó el gafe. Después de más de once años, el Espanyol ganó al Villarreal en su campo. El 5 de enero de 2008, el equipo espanyolista derrotó a los castellonenses en un partido magistral. Hoy el equipo de Joan Francesc Ferrer, Rubi, logró un triunfo merecido en un encuentro perfecto culminado con los goles de Hernán Pérez, Darder y Piatti. Ni el gol de Ekambi ha empañado la brillante actuación espanyolista. El RCDE Stadium ha disfrutado al máximo.
Rubi volvió a hacer cambios en su once. El técnico recuperó a su pareja de centrales titulares con David López y Mario Hermoso y sorprendió con la entrada de Hernán Pérez en lugar de Leo Baptistao. Darder, suplente ante el Rayo Vallecano, recuperó su puesto en el once titular. La puesta en escena del Espanyol fue brutal. En el primer minuto de juego el RCDE Stadium estaba reclamando un penalti (claro para todos menos para el VAR) sobre Borja Iglesias, protagonista blanquiazul en el primer tiempo.
El delantero gallego, que conectó en infinidad de ocasiones con sus compañeros, dispuso de claras opciones para superar a Asenjo quien, sin embargo, estuvo más acertado en los duelos individuales. Hasta cuatro oportunidades para marcar tuvo ‘El Panda’, que hizo un primer tiempo espectacular al que sólo le faltó la guinda del gol. Borja, que fue objeto de otro posible penalti, mostró su generosidad en una magnífica contra para ceder a Hernán que, con suspense, logró adelantar al Espanyol en el marcador. El Espanyol fue un vendaval. El equipo atacó constantemente, recuperó rapidísimamente y convirtió a Asenjo en el mejor jugador visitante. Los blanquiazules generaron superioridades, espacios, triangularon y no cesaron de buscar la portería contraria. La grada no daba crédito a semejante despliegue de juego.
Sin embargo, el partido comenzó a torcerse al filo del descanso. Primero, Marc Roca evitó el gol visitante en una acción embarullada. Fue el preludio de la mala suerte que tuvo el equipo. En la última acción de la primera parte y tras una serie de rebotes, Ekambi lograba empatar y acabar con la excelente racha del equipo en casa. De Burgos Bengoetxea tardó en dar validez al gol, pero el árbitro vasco acabó señalando el centro del campo. Tan increíble como injusto. Tocaba empezar de cero.
Sin la brillantez del primer tiempo y tal vez un poco condicionados por lo acontecido antes del descanso, pero con la misma mentalidad ofensiva, el Espanyol siguió fiel a su idea pensando que la victoria era posible. Los blanquiazules querían el segundo y así lo demostraron Sergio García, Dídac y Darder, que dispusieron de buenas opciones para adelantar al equipo en el marcador. El Villarreal, por su parte, cambió un poco y se mostró algo más atrevido. Los de Javi Calleja incluso discutieron la posesión del esférico a los locales, algo que no sucedió en el primer tiempo.
Rubi entendió que era momento de refrescar al equipo y no dudó en poner más artillería sobre el campo. Su apuesta valiente y decidida tuvo como recompensa el segundo gol obra de Darder, previo pase con la derecha de Melendo. Darder estuvo certero en el remate y Diego López inmenso para evitar el gol de Gerard en la siguiente acción. Paradón y tres puntos más al bolsillo.
El Espanyol, a la contra, pudo finiquitar el partido pero tuvo que esperar al gol de Piatti en el añadido para celebrar una victoria espectacular.