3-1: Derrota en ‘La Cerámica’
El Espanyol fue siempre a remolque en el marcador ante un Villarreal muy eficaz en ataque
Parecía que todo había sucedido en la primera parte, pero no. El partido tuvo tanto desgaste, tanto ritmo, tanto ir y volver, una intensidad ofensiva tan elevada que los jugadores de los dos equipos fueron fundiéndose poco a poco en esa desbocada carrera de fondo en la que se convirtieron los 90 minutos en el Estadio de la Cerámica.
El partido arrancó con vértigo. A los tres minutos, Pacheco desvió increíblemente con el pie, totalmente batido y caído sobre la línea de gol, un remate de Del Moral, que aún seguirá buscando explicaciones a cómo malgastó esa oportunidad. Poco después, Ontiveros volvió a probar a Pacheco con un chut desde su propio campo, que el meta desvió a córner. Y de esa jugada nació el primer gol local: en una acción de estrategia que culminó Lekovic, un central, haciendo de intuitivo delantero centro.
El Espanyol reaccionó, pero Pere Milla elevó en exceso sobre la salida del meta local en la mejor oportunidad visitante hasta ese instante. En seguida, sin embargo, llegó otro jarro de agua fría: Pascual se fabricó un excelente remate desde fuera del área que se coló cerca de la escuadra. El 2-0, a los 25 minutos, dejaba para los blanquiazules un panorama complicado ante un rival que se mostraba eficacísimo en ataque. El intercambio de golpes siguió y Puado acortó distancias al aprovechar un mal despeje de la defensa local poco antes del descanso.
Luis García recompuso el equipo en la segunda mitad y el Espanyol encontró la pausa y el ritmo que necesitaba. Braithwaite tuvo el empate al poco de reiniciarse el partido, pero su chut salió desviado. El filial del Villarreal empezó a notar que debía cerrarse y juntar sus líneas para mantener la ventaja. Intuían que tocaba replegarse para mantener el botín, pero sin renunciar a ponerle velocidad en ataque. Y así llegó el tercero. Pascual repitió movimientos, igual que hizo en la primera parte, acercándose al área y volvió a colocarla junto al poste de Pacheco con un chut lejano que sirvió para cerrar el marcador de un partido en el que el Espanyol no se sintió cómodo y se vio siempre por debajo en el marcador.