2-2: Empuje sin premio
Un Espanyol arropado por su afición consigue dar la vuelta al marcador, pero no puede evitar el empate final
Era un partido de ‘caixa o faixa’. Ganar o ganar. No había otra opción. Después de los últimos resultados, el equipo blanquiazul necesitaba sumar los tres puntos. A pesar que el partido empezó mal para los pupilos de Pablo Machín, consiguieron voltear el marcador antes del descanso con goles de Darder i Bernardo. Los blanquiazules acariciaron la victoria con la punta de los dedos buena parte del segundo tiempo, pero otro gol visitante les dejó con la miel en los labios.
Machín volvió a apostar por su once de LaLiga para intentar lograr la primera victoria de la temporada en el RCDE Stadium. Enfrente muchos viejos conocidos: desde Rubi y su cuerpo técnico en el banquillo a muchos exjugadores como Zou, Bartra (estuvo en el fútbol base), Tello y Borja Iglesias, la gran amenaza. Muchos temían que el gallego, inédito en las últimas jornadas, fuese titular. Rubi apostó de inicio por él y Borja no tardó ni tres minutos en darle la razón. Centro de Álex Moreno y remate de cabeza al fondo de las mallas. Peor no podían pintar las cosas.
Sin embargo, el equipo y, sobre todo, la afición no desfallecieron. El público entendió a la perfección su papel y no dejó de animar, de gritar, de empujar… Fue el jugador número 12 o, quizá, el número 1. Acostumbrados a recibir demasiados golpes esta campaña y aunque hubo momentos de cierto nerviosismo y sobreexcitación, los jugadores blanquiazules fueron cogiendo el pulso al partido. Mucho ayudó el papel de Sergi Darder. El mallorquín asumió galones y se fabricó el primer gol tras una brillante jugada individual. El equipo siguió luchando, creyendo y mostrando una dosis de fe desconocida hasta el momento. Marc Roca lo intentó, Calleri no paró de fajarse igual que Campuzano, un auténtico luchador. El premio no tardó en llegar. Bernardo se cobró la venganza del fallo en el primer gol y aprovechó un rechace para lograr el segundo. El VAR le puso suspense, pero el RCDE Stadium pudo celebrar el segundo.
El partido tuvo mucha tensión. En la segunda parte no hubo tanto fútbol, pero sí mucha emoción. El RCD Espanyol salió a presionar la salida de balón del Betis proponiendo duelos prácticamente en todo el campo. Sin apenas llegadas claras, lo más inquietante fue un remate de Bernardo que salió rozando el palo. No obstante, el partido volvió a complicarse en la recta final. Diego López evitó el empate de Tello con una estirada espectacular, pero no pudo hacer nada para detener el remate de Bartra a bocajarro en la siguiente acción. Otro gol de un ex. Ferreyra entró en escena y dispuso de una buena oportunidad, que Joel despejó a córner. Empujados por la afición, el equipo lo intentó hasta al final, vaciándose, con más corazón que acierto en los metros finales. Ya en los últimos instantes, Diego López se erigió como salvador desviando a córner un mano a mano con Tello cuando lo tenía todo de cara para conseguir el gol.