2-2: Empate en el derbi catalán
El Espanyol rozó la victoria pero un gol en el 84 lo impidió
Después del punto ante el FC Barcelona y la clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey, el RCD Espanyol tenía un reto importante: lograr la primera victoria del año en LaLiga y derrotar, de paso, por primera vez al Girona FC en el RCDE Stadium. El entrenador blanquiazul, Diego Martínez, optó por recuperar a varios jugadores titulares en el derbi y dar entrada a Calero y Edu Expósito junto a Sergi Darder en el centro del campo. El Espanyol mostró buena actitud desde el inicio en un duelo jugado con alta intensidad ante un rival que pronto demostró que quería ser protagonista. Hubo intercambio de golpes con un buen Álvaro que evitó el gol visitante en un par de ocasiones igual que Gazzaniga, quien le negó el gol a Braithwaite tras una acción individual de Sergi Darder.
Se veía el Espanyol con opciones ante un rival que intentó hacer daño por banda derecha y en las jugadas de estrategia. Sin embargo, un error en la salida de balón permitió a los visitantes adelantarse en el marcador gracias a un gol de Toni Villa. Respondió rápidamente el conjunto dirigido por Diego Martínez con un tremendo cabezazo de Joselu, repelido de nuevo por Gazzaniga. El Espanyol jugó algo acelerado y tampoco ayudó el arbitraje de Del Cerro Grande, quien pareció manejar un criterio diferente en función del equipo.
Para bien o para mal, el Espanyol se ha acostumbrado a ir por detrás en el marcador esta temporada así que, de nuevo, se veía en la obligación de remontar. Una de las primeras decisiones de Diego Martínez fue dar entrada a Javi Puado. La decisión no pudo dar mejor resultado, ya que el delantero barcelonés logró empatar en la primera pelota que tocó. Con casi toda la segunda parte por delante, empezaba un nuevo partido. Braithwaite, por banda izquierda, superó continuamente a Arnau, quien solo pudo detenerle con faltas. En una de ellas, Calero casi marca el segundo, pero el portero visitante volvió a demostrar grandes reflejos.
El Espanyol sabía sufrir en defensa cuando tocaba y seguía buscando el gol, especialmente, por banda izquierda. Finalmente, el premio a la fe llegó. Puado, que cambió el rumbo del partido, cabalgó desde su campo, habilitó a Brian y éste le sirvió un caramelo para el golazo de Joselu. El RCDE Stadium estalló de euforia.
Pero minutos después, Yangel Herrera puso el empate final a 2 en el marcador.