2-2: Empate de atrevimiento y alternativas
El Espanyol consigue un punto en Vallecas tras un partido abierto y con constantes acercamientos en las dos áreas
Que no sería fácil lo de Vallecas lo sabían hasta las pintadas de estética pirata de la fachada del estadio. Al Espanyol le tocaba sudar ante un equipo que saldría con el acelerador a fondo desde el inicio. Y así fue. Porfiaron por ponerse por delante en el marcador y lo consiguieron muy pronto. Raúl de Tomás (uno de los nombres que insistentemente sonaron para reforzar la delantera blanquiazul toda la temporada pasada) no se lo pensó cuando se encontró con ventaja una pelota en la frontal del área. Como un nueve clásico, apuntó y la colocó ajustada al palo de Diego López. El gol ponía una alfombra roja a las expectativas locales. Pero, en lugar de eso, el Espanyol siguió a lo suyo, fue ganando metros poco a poco y fue acercándose a la meta de Alberto. Borja no llegó por centímetros a un centro de Sergio García, pero sí estuvo atento después para cazar un rechace del meta y conseguir el empate (otra vez con suspense de segundos hasta que el VAR le aseguró al colegiado que la posición del delantero gallego era correcta).
El partido entró en un correcalles en el que se encontraba más cómodo el Rayo, que buscaba el contacto y el protagonismo físico. El Espanyol, por el contrario, pareció contagiarse de más precipitación que precisión y le costó sacudirse la presión local.
En la recta final de la primera mitad encontró el premio que buscaba. Granero, justo antes del descanso también aprovechó un rechace dentro del área para enviar la pelota al fondo de la red, suavemente, junto al poste izquierdo del meta local.
La segunda mitad comenzó con otro sobresalto. El colegiado decretó penalti por un derribo a Kakuta y el propio delantero ejecutó la pena máxima. Otra vez tablas y otro partido en marcha.
Con la igualdad, el partido se contagió de nerviosismo mientras le pelota iba de un área a la otra. Dídac no acertó en un remate de cabeza en el área pequeña después de una buena jugada de Borja Iglesias. El toma y daca fue continuo. Hermoso sacó de cabeza, sobre la línea un remate acrobático de Pozo con Diego López ya batido. Pero el partido no paraba. No había tregua para ninguna de las dos plantillas.
Intentaba sorprender el Rayo colgando balones y llegando a oleadas, pero el Espanyol esperaba agazapado para contrarrestar a través del arte del contraataque.
El encuentro agonizaba cuando en el minuto 91 Alberola Rojas indicó el punto de penalti tras una fuerte entrada sobre Hernán. Pero entonces intervino el VAR. El vídeo arbitraje reflejó que la acción punible había sido fuera del área. Un partido lleno de alternativas murió tras esa polémica jugada.