2-2: Arreón final
El conjunto blanquiazul empata en La Cerámica con dos goles en el último tramo
Villarreal y Espanyol llegaban al estadio de La Cerámica cargados de incertidumbres, apesadumbrados por la trayectoria liguera y firmando unos números que no evidencian el potencial que tienen ambos equipos. Los locales, con cambio de entrenador incluido en estos últimos días, habían preparado a conciencia el partido de este mediodía. Como antesala tenían los otros tres que han disputado (incluyendo una eliminatoria de Copa) en estos meses de competición. Se conocen y se respetan tanto que ambos se pasaron prácticamente toda la primera mitad masticando el partido. Parecía claro que este era un partido que se resolvería por detalles, que habría que madurar hasta el último instante y que el estado anímico pesaría conforme avanzara el reloj. Algo así sucedió en la primera mitad. El Villarreal se lanzaba al ataque, sí, pero no. Y el Espanyol lo mismo. Los locales tenían siempre a un par de centrales (más las ayudas) ahogando a Borja Iglesias y se replegaban con rapidez ante cada ataque visitante. Los blanquiazules, sin pasar apuros, controlaban el juego y el ‘tempo’. Todo muy ordenado, muy planificado. Todo cambió en el 36. Una falta lateral lanzada por Santi Cazorla, buscando el remate cercano de toda la artillería local, acabó con un cabezazo de Gerard Moreno que rebotó en el larguero y cayó a pies de Iborra que no tuvo más que empujarla al fondo de la red.
El Villarreal vivió, en esos minutos, su mejor versión y comenzó a buscar la portería de Diego López con más insistencia antes del descanso. Gerard tuvo otra ocasión fácil que envió muy por encima del larguero, en lo que era un aviso claro de que los locales querían sacudirse la presión y la angustia cuanto antes.
El Espanyol salió más convencido de atacar tras el descanso. Con Melendo en el campo, el técnico buscó más velocidad en las acciones ofensivas y, de hecho, Asenjo y la defesa local tuvieron que emplearse a fondo. Un remate de Borja rozando el poste y un chut de Dídac que despejó Iborra a pocos centímetros de la línea de meta evidenciaron la mejoría visitante.
El Villarreal intuyó que se le complicaban las cosas y usó la velocidad de sus atacantes para sacarse la presión. Así nació el segundo gol local. Ekambi encaró a Mario Hermoso y, tras driblarle, un leve agarrón del defensa madrileño al delantero del Villarreal acabó en un penalti que Santi Cazorla envió al fondo de la red. 2-0. Y media hora por delante.
Lo que sucedió es que el Espanyol siguió apretando con la entrada de Ferreyra y encontró el premio después de un lanzamiento de falta de Granero que Bonera introdujo en su propia portería después del rechace de Asenjo. 2-1.
A falta de 10 minutos, con el equipo volcado en ataque, tras una jugada combinada cerca del área, Rosales golpeaba de manera exquisita con la izquierda y mandaba el balón a la escuadra. Empate. Ambos equipos intentaron estirar líneas pero el marcador ya no se movió. El Espanyol suma un punto gracias a los dos goles en el tramo final.