2-1: Sufrimiento perico
El Espanyol, que acaba con diez, vence en un partido trepidante al Rayo
El Espanyol sumó tres importantes puntos después de vencer al Rayo Vallecano en un partido muy completo por parte de los espanyolistas. Abraham adelantó pronto a los espanyolistas y Bebé, después de que los locales desaprovecharan claras oportunidades para ampliar la ventaja, logró el empate momentáneo. Cuando más sufría el equipo, apareció Hernán Pérez para marcar uno de los goles de la temporada. Al final, dosis extra de sufrimiento que acabó en un estallido de euforia.
Tras la reciente derrota ante el R. Betis, el entrenador blanquiazul, Constantin Galca, decidió apostar por jugar con tres centrocampistas puros como Diop, Víctor Sánchez y Abraham además de apostar por Duarte en el lateral izquierdo, Burgui por delante en la misma banda y Gerard Moreno como referente ofensivo. El técnico rumano volvió a confiar en el bloque que había dado buenos resultados ante el Deportivo y el Sporting de Gijón.
El Espanyol salió con otra actitud desde el inicio y pronto dejó claro que iba a por el partido. Duarte, una de las novedades del once, avisó con un centro desde la izquierda que se fue envenenando y que acabó despejando Yoel con muchos apuros. En la siguiente acción, Óscar Duarte fue objeto de un claro penalti que Fernández Borbalán no consideró oportuno señalar. El dominio de los locales se certificó con el gol de Abraham, que aprovechó un pase de Asensio para superar al portero del Rayo.
Se sentía cómodo el Espanyol sobre el terreno de juego. Los blanquiazules presionaban bien la salida de balón de los visitantes que se veían obligados a jugar más en largo. Los de Galca, bien posicionados, intentaron aprovechar alguna contra para ampliar su ventaja en el marcador. Burgui acaparó gran parte del peligro aunque el extremeño no acabó de definir y perdonó el segundo tras una buena carrera por su banda. Cerca estuvo también de marcar Víctor Sánchez con un gran remate desde la frontal con la izquierda que despejó Yoel in extremis a córner.
Daba la sensación que el Espanyol podía marcar el segundo gol en cualquier momento, mientras su rival sólo se acercaba con balones aéreos a Manucho bien defendidos por los centrales. Los de Galca, solidarios en defensa y muy comprometidos, ofrecieron una buena versión durante los primeros 45 minutos del encuentro.
El Espanyol no bajó el nivel y entró muy metido tras el descanso. Siguió presionando muy arriba e incomodó constantemente al Rayo. Las oportunidades se sucedieron. Primero fue Burgui quien no pudo conectar con Asensio con todo a favor y luego fue Abraham el que no remató bien una buena jugada de Gerard con recuperación incluida. Más increíble fue si cabe el fallo de Burgui quien solo ante Yoel perdonó el segundo. El partido era un ataque y gol de los espanyolistas. Marco Asensio y Gerard convertían cada pelota en una clara opción de peligro para los blanquiazules.
Al final, sin embargo, se acabó cumpliendo una máxima del fútbol y después de perdonar el segundo gol en reiteradas ocasiones, Bebé logró el gol del empate en el primer remate a puerta de los visitantes. El espanyolismo no daba crédito. Galca movió el banquillo y dio entrada a Caicedo por Gerad, que se había dejado hasta el alma, y a Enzo Roco. Al equipo le costó digerir el gol y perdió algo de seguridad. Eran minutos complicados para los locales, pero en una jugada con varios rebotes la pelota acabó en los pies de Hernán para marcar un auténtico golazo.
Aún faltaba lo peor. El Espanyol tenía que administrar su renta y todo se complicó un poco con la expulsión de Víctor Sánchez a falta de tres minutos. El Espanyol jugó con inteligencia y acabó amarrando tres puntos importantísimos en la lucha por la salvación.