2-1: Los detalles deciden
El Espanyol fue a remolque en el marcador en un partido trabado e incómodo
Que el partido ante el Getafe iba a ser de los más complicados jugados hasta ahora lo sabían hasta los programas más sesudos de inteligencia artificial. Demasiados condimentos alrededor del partido le otorgaban un aura de máxima dificultad. No servía de nada mirar la clasificación. Eso no era determinante. Lo sabían los dos entrenadores y se mascaba en la grada del Alfonso Pérez.
Quique Sánchez Flores, hoy en el Getafe, barruntaba que debía mostrar un equipo agresivo en los duelos individuales y Vicente Moreno intuía que no debía entrar en esas disputas, sino que la pelota rodara con criterio y velocidad hacia la portería de David Soria. Por eso, los primeros 45 minutos acabaron en tablas. Diego López mantuvo el cerrojo en su portería y sólo un remate acrobático de Enes Unal puso en ventaja a los locales. El Espanyol dio un paso adelante y fue recomponiendo su juego de ataque. Apenas unos minutos después, en un córner, llegó el empate. Cabrera estrelló la pelota en el larguero y el rebote quedó muerto para que Sergi Gómez, atento, la empujara al fondo de la red. Embarba tuvo una nueva oportunidad para aumentar la renta, pero no acertó. Así que tablas y vuelta a empezar.
De hecho, en el inicio de la segunda mitad, el Espanyol salió con más intención, con más dinamismo, con las ideas mucho más claras y Yangel vio como se le anulaba un gol por fuera de juego. Sin apenas, tiempo para digerirlo, Enes Unal volvió a cazar una pelota entre líneas y superó a Diego López en su salida. Con el 2-1 en contra y con casi toda la segunda mitad por delante, el partido se trabó, se embarulló y se complicó conforme pasaban los minutos. El equipo forzó, pero se quedó sin acierto en un campo cada vez más pesado e incómodo.