2-1: El arte de sufrir
El Espanyol obtiene su primera victoria de la temporada ante el Celta
El Espanyol estrenó el casillero de victorias tras derrotar al Celta en un partido que se complicó en el tramo final por el gol de los vigueses. El equipo de Quique Sánchez Flores se puso pronto por delante en el marcador gracias a los tantos de Gerard y Piatti, pero los de Juan Carlos Unzué, de la nada, consiguieron reducir distancias y dar emoción al tramo final del encuentro.
Las derrotas ante el Leganés y el FC Barcelona habían mermado un poco la moral de la afición perica. El rival, el Celta, también causaba cierto respeto entre los seguidores blanquiazules que temían a los Aspa, Maxi Gómez y compañía. El día, un lunes a las 21h, tampoco acompañaba en exceso. Digamos que el contexto para el equipo no era el más favorable. Sin embargo, el inicio de los locales despejó las dudas que pudieran existir sobre los jugadores dirigidos por Quique Sánchez Flores.
El Espanyol fue un vendaval, un rodillo ofensivo y minimizó a un Celta que se vio desbordado por el ímpetu de los blanquiazules. Aarón y Piatti lanzaron al equipo desde la banda izquierda con buenos centros que ni Gerard ni Baptistao pudieron aprovechar. Precisamente, la conexión entre el ‘7’ y el ‘11’ propició la oportunidad más clara del partido, pero Gerard perdonó con todo a favor. Sin tiempo para lamentarse el delantero catalán se tomó la revancha a los pocos minutos. El atacante recibió un pase de Baptistao y desde el balcón del área superó a Sergio Álvarez con un remate ajustado. Gerard puso fin a la sequía en casa del Espanyol que se prolongaba desde el 9 de abril (RCD Espanyol 1 (Piatti) – Alavés 0). Los de Quique Sánchez Flores no querían dar vida a un rival que andaba tocada y Piatti, tras robo de Jurado, amplió la ventaja en el marcador.
El Celta, sin hacer nada del otro mundo, dispuso de dos claras oportunidades en momentos clave que podrían haber cambiado el devenir del enfrentamiento. El internacional español Iago Aspas, un azote para la defensa perica en los últimos partidos, no acertó en la definición para alivio de los pericos y permitió que el Espanyol llegara al descanso con una cómoda renta en el marcador y con más optimismo que al inicio del partido.
A pesar de la ventaja en el marcador el Espanyol debía evitar que el Celta se metiera en el partido. Aunque los vigueses no realizaron un buen tiempo, la calidad de sus jugadores está fuera de toda duda. El equipo de Sánchez Flores lo entendió a la perfección y continuó buscando la portería contraria sin la claridad del primer tiempo, pero con la misma intensidad. Los espanyolistas, bien asentados sobre el terreno de juego, seguían sin dar opción a su rival.
No obstante, cuando todo parecía bajo control, el partido cogió un cariz inesperado. El Celta, en una de las pocas acciones con cierto criterio, consiguió recortar diferencias con un chut de Sisto que sorprendió a Pau. De la nada un gol que ponía emoción al encuentro y concedía cierta esperanza a un rival que parecía derrotado.
Los minutos finales del partido fueron un ejercicio de sufrimiento, un clásico en la vida del perico. El Espanyol apretó los dientes, se aplicó en defensa y supo administrar la ventaja para sumar la primera victoria de la temporada en casa y dar una alegría a la afición.