2-0: El 2019 se cierra con derrota
El Espanyol cae en Leganés en un partido marcado por el madrugador gol local
El 2019 ha acabado para el Espanyol con una derrota ante el Leganés. El 2019 que está a punto de cerrarse deja en el Espanyol dos caras. La clasificación europea en la última jornada de la temporada pasada supuso una enorme alegría y un premio a la constancia y el convencimiento en el trabajo realizado. Sin embargo, la brillante imagen de juego y resultados que el equipo ha conseguido en Europa desde el verano no ha tenido continuidad en LaLiga. El punto conseguido ante el Betis, hace una semana, se ha quedado en un pobre botín después del resultado en Leganés.
En cualquier caso, el partido en Butarque era complicado desde antes de jugarse. Dos equipos con urgencias cara a cara. Dos equipos necesitados frente a frente. El que cometiera menos errores tendría muchísimo ganado. Y, encima, un terrible e intenso viento racheado que dificultaba el desplazamiento de la pelota y que convertía cualquier intento de juego en un ballet desacompasado.
Con un fútbol muy apretado, en muy pocos metros y con la incomodidad del aire, el partido se trabó cada minuto. En ese escenario, el Leganés se encontró con un gol muy rápido de Braithwaite, aprovechando un error defensivo, y se puso el traje de faena. Aguirre tenía claro que, con esa ventaja, cuantos menos riesgos, mejor; cuantas menos concesiones, mejor; cuantas menos confianzas, mejor… De hecho, además del gol, sólo hay que contabilizar un chut de En Nesyri al lateral de la red al final de la primera parte y un lanzamiento muy lejano de Darder que salió desviado.
El Espanyol pareció poner una marcha más tras el descanso, pero llegó el mazazo de otro gol madrugador. En Nesyri aprovechó un pase medido dentro del área para poner el 2-0. Suficiente renta para que el técnico local juntase aún más al equipo y buscase la contra con la velocidad de sus dos puntas. El Espanyol pasó a tener el dominio del juego y la posesión, pero cualquier error se pagaba con un nuevo sobresalto y, pese a que lo intentó hasta el final, se marchó de vacío de Madrid.