2-0: Dos chispazos
Pese al empuje del Espanyol, el Villarreal impone su calidad con dos goles en dos momentos claves del partido
Marcar al filo del descanso es siempre un toque psicológico para cualquier equipo. Eso hizo el Villarreal, Soriano aprovechó un barullo en el área para avanzar al equipo de Castellón. En el segundo tiempo, el Espanyol creció para realizar uno de los mejores partidos de la temporada fuera de casa, pero Bakambú puso la sentencia tras un tiro que se coló en la portería de Diego López con un desafortunado rebote.
Las horas previas al partido se llenaron con piropos y prudencia en uno y otro banquillo. Quique reclamaba pasión para seguir avanzando en la clasificación y decisión para consolidar un proyecto que requiere, también, cautela en su estado actual ante un equipo construido para ir a la Champions. En el lado del Villarreal, Escribá hablaba claramente de que el Espanyol era un firme candidato a colarse entre las plazas nobles de la clasificación. Y no se fiaba. Lógico. Y menos porque su equipo no ganaba en casa desde finales de enero y porque, en el último partido, se le escapó una clara ventaja de 2-0 ante el Madrid.
En cualquier caso, el Villarreal arrancó con una aceleración a fondo que llevó a Diego López a detener con el pie un remate de Bakambu sin haber cumplido el primer minuto de juego. El Espanyol no se inmutó y siguió a lo suyo: coser todos los espacios posibles para evitar los pases interiores de la poblada delantera local. Poco a poco fue secando esos espacios y Piatti y Gerard pusieron en apuros a Andrés Fernández. Es más: el colegiado anuló un gol del delantero catalán después de cabecear adelantándose a Víctor Ruiz y que éste acabara en el suelo. “¿Falta? ¿Falta?” Se preguntaba Gerard.
Los dos últimos minutos de la primera parte volvieron a ser frenéticos. Diego López desvió un chut de Soriano y en la contra de libro que armó el Espanyol, Andrés Fernández rechazó con el cuerpo un remate cercano de Jurado. Y cuando el partido languidecía, camino al descanso, Soriano se coló entre los centrales para cazar una pelota que puso Soldado antes de que saliera fuera de puerta. Fue un golpe seco. Sin opción más que a ir al vestuario con el marcador en contra. Un mazazo inesperado.
La segunda mitad comenzó con otro arreón de Bakambú y vuelta a empezar. El Espanyol fue a lo suyo: manejó la pelota con criterio y fue incrementando la posesión hasta obligar a recular a los locales. Quique dio entrada a Caicedo en lugar de Piatti y buscó más pegada en ataque al aliarlo con Gerard.
Ni el ecuatoriano ni el catalán llegaron en el 69 a un centro desde la derecha que acabó paseándose frente a Andrés, que buscaba tapar todos los huecos antes de que llegara Jurado.
Los blanquiazules se estiraban, profundizaban el campo a través de las carreras de Aarón que no encontraban rematador. Y cuando más arriba estaba el conjunto de Quique Sánchez Flores, Bakambú sentenció con un duro disparo que impactó en el palo para rebotar en el cuerpo de Diego López e introducirse desdichadamente en la portería del gallego.
Con dos chispazos el Villarreal, equipo Champions, hizo valer su calidad pese al empuje del cuadro perico.