2-0: Derrota en Santander
Un gol a los 57 segundos y otro antes de la media hora sentencian al Espanyol en un partido en el que nunca se sintió cómodo
Toda la intención, todo el trabajo de la semana, todo el plan de partido blanquiazul se desmontó en 57 segundos. Eso tardó el Racing en recuperar una pelota sobre la línea de su portería y en lanzarse al ataque con una contra académica. Iñigo Vicente aceleró desde su campo y se fue en busca de Pacheco antes de asistir a Arana, que sólo tuvo que empujarla al fondo de la red cerca del área pequeña. El 1-0 fue una losa. Tremenda. Tocaba ir a remolque. Ian Forns probó fortuna en la primera oportunidad visitante con un chut intencionado desde fuera del área. Parecía que el Espanyol se reponía, con un par de acciones de Jofre, ante un equipo que cerraba filas, que defendía con solvencia y que tapaba huecos para luego buscar la espalda blanquiazul.
Así llegó el segundo gol local antes de la media hora de juego. Peque aprovechó para colarse entre los centrales y tener toda la ventaja para batir a Pacheco. El 2-0 actuó como sentencia. El Racing, un equipo muy disciplinado tácticamente, se encontró con la ventaja que quería y decidió que no debía pasar nada más en el partido. Evitó los sobresaltos defensivos, bien cerrados atrás y presionando cualquier salida de balón blanquiazul hasta el punto de invalidar todo intento visitante por superar líneas.
Y así fueron pasando los minutos. Los cambios en el once blanquiazul de la segunda parte aportaron más aproximaciones a la meta de Jokin Ezkieta con chuts lejanos, pero con intención, y con centros que no encontraron un rematador claro. Justo antes del añadido, un centro chut de El Hilali se estrelló en el larguero local en la que fue la mejor ocasión visitante de todo el partido.