1-4: Derrota cruel
El Juvenil A se despide de la Copa ante un Granada muy efectivo al contraataque. Del posible 2 a 1 se pasó al 1 a 2 y el equipo no se recuperó de ese mazazo.
El equipo de Javi Chica debutaba en Copa del Rey recibiendo al Granada en la Dani Jarque. Salió muy bien puesto el Espanyol, pero se encontró a un rival que defendía muy bien. Durante el primer cuarto de hora los pericos amenazaban el área rival, pero faltaba mejorar en la definición.
Cuando se cumplía la media hora de partido, el Granada se adelantó en el marcador. Era la primera vez que el conjunto nazarí pisaba el área con peligro. El gol llegó tras una internada desde segunda línea de Ángelo García.
Con el resultado en contra, el Espanyol siguió haciendo su juego ante un Granada que, como es habitual cuando uno va ganando fuera de casa, no tenía ya prisa alguna. Tocaba encomendarse al descanso para mover piezas y buscar darle la vuelta al marcador.
En la segunda parte el Espanyol logró imprimirle algo más de ritmo al partido y logró empatar gracias a un gol de Partera en el 58. Eso desencadenó cuatro minutos locos. En el 60, Scianca perdonaba el que hubiese sido el gol de la remontada e, inmediatamente después, el Granada hacía el 1 a 2. Pero no acabó aquí la cosa. En el 62 Jan Peries, tras un gran sombrero dentro del área, fusiló al meta rival, pero este respondió con un paradón. El Espanyol no lograba aprovechar el intercambio de golpes por detalles.
El Espanyol quedó tocado tras el 1 a 2. De poder darle la vuelta al marcador a verse de nuevo por detrás. Y cuando el Espanyol se lanzaba a por el empate, una pérdida en medio campo dejó el balón a placer para que Ángelo aprovechase que Krapivin estaba adelantado para marcar un auténtico golazo y sentenciar prácticamente la eliminatoria a diez del final. Y si el partido ya estaba siendo cruel para los de Chica, la puntilla final fue el 1 a 4 en contra con un Espanyol que estaba en busca del gol que le metiera de nuevo en la eliminatoria.
Así pues, el Juvenil A se despide de la Copa del Rey de una manera cruel ante un Granada que jugó muy bien sus cartas.