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1-2: Oficio contra ilusión
Al Espanyol le costó acostumbrarse al césped artificial, pero acabó imponiéndose al Almere
El Espanyol sumó la primera victoria en el segundo partido de la gira holandesa gracias a los goles de Baptistao y Hernán Pérez en un partido que dominó, controló sin apuros pero al que faltó continuidad en ataque, pese a las oportunidades de que dispuso para ampliar su renta.
Al Espanyol le costó adaptarse al césped artificial del Yanmar Stadion y a la velocidad de los locales sobre esa superficie. Casi sin esfuerzo los blanquiazules se pusieron por delante en el marcador y tuvieron oportunidades para aumentar la renta de goles. En defensa no pasaban apuros y controlaban posicionalmente los ataques de los locales. Tras el tanteo inicial, entre Duarte, Reyes, Jurado y Baptistao fabricaron el primer gol con un movimiento rápido de balón y una acción casi de fútbol sala. Marc Roca, desde fuera del área, lanzó fuera por poco y Jurado, apenas unos segundos más tarde, hizo que el meta se luciera por primera vez en el partido con una gran intervención.
Sin agobios, los blanquiazules dominaban, controlaban y les faltaba un punto de control y acierto para que sus acciones ofensivas tuvieran mejor premio. De un rechace de Pau a un chut desde fuera del área, llegó el empate de Soufyan Ahannach, atento al movimiento del balón. El empate premió el empuje local, pero, a la vez, evidenció que la diferencia de categoría entre ambos equipos quedaba diluida por el césped artificial y un punto mayor de preparación del Almere, mucho más próximo a empezar la Liga. A favor de los locales hay que decir que la temporada pasada se quedaron a un paso del ascenso a la máxima categoría, algo muy llamativo en un club que tiene poco más de una década de historia.
La segunda mitad aportó los mismos síntomas de la primera. Hernán Pérez tuvo una ocasión nada más comenzar y poco después Piatti no llegó al remate por centímetros.
El Espanyol volvió a adelantarse a mitad de la segunda parte. Piatti se fabricó un slalom entre los defensas y acabó derribado al borde del área. La falta la ejecutó perfectamente Hernán Pérez para conseguir el segundo. Dos nuevas ocasiones de Montañés pudieron haber puesto el marcador mucho más claro para los blanquiazules.