1-2: Derrota en el RCDE Stadium
El Espanyol se adelantó en el marcador, pero el Villarreal fue capaz de remontar
Olvidada la derrota en el Santiago Bernabéu, donde el equipo estuvo peleando por puntuar hasta el minuto 80, el RCD Espanyol regresaba al RCDE Stadium con ganas de dedicar un nuevo triunfo a su afición que sigue enganchada al equipo por su lucha, compromiso y entrega. Enfrente, un hueso de la categoría; un equipo con una plantilla pensada para competir por Europa y con jugadores de categoría internacional. Fue un duelo intenso, con intercambio de golpes -muchos físicos- y en el que ninguno de los dos equipos se amedrantó. Estuvo bien el Espanyol que sólo sufrió en un remate al palo entre Ayoze y Cabrera bien repelido por Joan García.
Fue un primer tiempo con muchos parones -hasta ocho minutos acabó añadiendo el árbitro- y eso repercutió en el juego al que le faltó continuidad por ambos bandos. Eso sí fue un partido jugado al límite y que incluso acabó con Raúl Albiol cambiado tras un fuerte golpe con Veliz.
El conjunto blanquiazul consiguió adelantarse en el tiempo extra de la primera parte gracias a una jugada ensayada. Brian Oliván engañó a la defensa visitante y asistió para que Jofre superar a Diego Conde con un certero remate desde fuera del área. Sin embargo, como sucediera en el Santiago Bernabéu hace unas semanas, el empate llegó casi de manera inmediata en una jugada de estrategia rematada por Ayoze. El delantero, al que el árbitro no castigó con amarilla en el minuto tres por una dura entrada sobre Král, saltó más que nadie para igualar el encuentro. De haber aplicado correctamente el reglamento el jugador tendría que haber sido expulsado antes de empatar.
Comenzó bien el Espanyol con un cambio en defensa: Sergi Gómez entró por Cabrera. El conjunto perico tuvo más capacidad para hacer daño a su rival y Puado, tras una buena recuperación de Pol Lozano, tuvo una oportunidad muy clara para lograr el segundo. Sin embargo, cuando mejor estaba el Espanyol, llegó una genialidad de Ayoze para lograr el segundo gol visitante. Manolo González movió el banquillo buscando la reacción de su equipo y el gol que, por lo menos, permitiera sumar un punto. Un gol que al final no llegó en unos últimos minutos trepidantes en lo que pasó de todo, pero nada fue a nuestro favor.