1-1: Un punto muy trabajado
Espanyol y Mallorca empatan en un partido que tuvo tensión hasta el último suspiro
El día que el Espanyol cumplía 122 años se llevó un punto de Mallorca en un partido que tuvo controlado durante muchos minutos, se alborotó por momentos y tuvo incertidumbre y tensión hasta el último segundo.
Que el partido sería complejo y sufrido se intuía desde hace ya muchos meses. La rivalidad que está adquiriendo este choque en las últimas temporadas provoca encuentros sin respiro, con angustia y con incertidumbre hasta la última jugada
La primera mitad fue un ejemplo de control, de juego trabado, con intensidad, con nervios y las pulsaciones disparadas porque nadie quería ceder ni un centímetro de terreno de juego. Puado y Edu Expósito tuvieron las mejores ocasiones de esos minutos, pero sus chuts se fueron desviados. El Espanyol no sufría, aunque le faltaba acertar en el último pase.
El panorama cambió en la segunda mitad. Muriqi adelantó a los locales al poco de iniciarse el juego en una acción que sorprendió a los blanquiazules.
Durante unos minutos el partido se descontroló. El Mallorca se encontró cómodo con la ventaja, pero los blanquiazules se fueron sacudiendo la presión poco a poco y dieron un paso adelante. Lazo, al poco de entrar al campo, se inventó un centro chut que se envenenó y acabó alojándose en la red, junto al poste izquierdo, para sorpresa de Rajkovic.
El empate alimentó el ánimo visitante y, durante muchos minutos, se vieron los mejores momentos blanquiazules mientras el Mallorca buscaba oxígeno con nuevos cambios. Precisamente Ángel fue el protagonista final del partido, en una acción en la que cayó dentro del área, junto a la línea de fondo. La grada reclamó insistentemente penalti por su caída, pero el colegiado se mantuvo firme asegurando que Brian Oliván había tocado previamente la pelota y el VAR la validó, lo que cerró definitivamente el partido con un reparto de puntos que dejó insatisfecho a los dos equipos.