1-1: Poco premio
El Espanyol sólo sumó un punto en Gijón en un partido, con polémica arbitral, en el que mereció más
Le tocaba medir al Sporting la capacidad de reacción del Espanyol en este mes de febrero en el que la clasificación vuelve a comprimirse en la cabeza. Los rojiblancos, que firmaron un buen partido en Barcelona, buscaban una victoria para consolidar su posición y tenían muy claro que debían ponérselo aún más complicado a un Espanyol que Gallego conoce a la perfección.
Salieron los blanquiazules con impulso desde el inicio y a los 20 segundos un chut de Embarba se paseó por delante de Mariño. Un minuto más tarde, un remate de Darder tampoco encontró puerta. Fue un anticipo del dominio visitante. Poco después, en una buena acción colectiva, Embarba acertó con la meta local. El gol, revisionado en el VAR, subió al marcador.
El partido poco a poco se fue acelerando y casi sin tiempo para recomponer líneas, empató el Sporting. Djuka se fue perfilando fuera del área y su chut pegó en el poste antes de entrar en la meta de Diego López. Pero aún faltaba el ‘concierto’ de VAR. Primero en un penalti muy claro a Óscar Gil (no pitado) y minutos más tarde en el gol marcado por Gaspar, concedido por el convencimiento del árbitro y anulado después de verlo en la pantalla por manos (también muy claras) del delantero.
En la segunda mitad, el Espanyol volvió a lo que tocaba: apretar, cercar la meta local y tratar de evitar errores defensivos que penalizaran el resultado.
Dimata remató alto un buen centro de Puado y el propio delantero catalán, de cabeza, tampoco encontró la red contraria. Hubo más: una de Embarba que rechazó Mariño y el remate posterior de Óscar Gil que se estrelló en el larguero. Aún quedó tiempo para otro cabezazo de Nico Melamed que también se fue ligeramente desviado.
Al final, al Espanyol no le quedó más que conformarse con el resultado, aunque se marchó de Gijón con la sensación de que mereció más y que el fútbol y el trabajo realizado se quedaron con poco premio en un partido que controló y dominó sin apuros.