1-1: Fiesta incompleta
Vargas igualó el gol inicial del Ferencvaros y el equipo hizo méritos suficientes para llevarse la victoria
El RCD Espanyol de Barcelona volvió a Europa con un empate frente al Ferencvaros en el primer partido de la fase de grupos de la UEFA Europa League. Los de David Gallego fueron de menos a más y, en un gran segundo tiempo, pudieron llevarse la victoria con un amplio repertorio de ocasiones.
El RCDE Stadium vivió una de las noches más emocionantes de sus poco más de diez años de historia. El coliseo blanquiazul acogió, por primera vez, un partido de la fase de grupos de la UEFA Europa League. Los logos, los himnos, los protocolos… Una experiencia única y totalmente novedosa para la familia espanyolista que llevaba 12 años esperando la cita. Mucho tiempo; demasiado. Fue difícil no emocionarse con la salida al campo de los dos equipos y la reacción de la grada. Los 18.000 aficionados rugieron al ver a los 22 jugadores alineados junto al cuerpo arbitral. Un mar de emociones, de sensaciones desconocidas para muchos. ¡Jugar en Europa es fascinante!
El inicio del partido, sin embargo, no fue demasiado bueno para los nuestros. Zubkov avisó pronto con un remate despejado por Diego López e Isael también estuvo muy cerca de marcar en un chut lejano. La desgracia se consumó en una contra visitante que acabó con un gol en propia puerta en su afán por despejar el balón para evitar que lo alcanzara un delantero rival. Wu Lei, muy activo, espabiló a los suyos con un buen remate detenido por el portero. Granero no aprovechó un buen pase de Dídac que, por cierto, también pudo marcar tras un centro de Javi López. Acabó bien el Espanyol que, sin embargo, se marchó con desventaja al marcador.
El Ferencvaros volvió a mostrar su versión más incisiva y Diego López tuvo que intervenir para evitar el gol visitante. Los de David Gallego no se amilanaron y Vargas, que mostró un altísimo nivel, amenazó con un disparo lejano. Isael, un incordio para nuestra zaga, casi marca el gol de su vida, pero, afortunadamente, se topó con el palo. Los blanquiazules fueron a más con el paso de los minutos ante un rival que, por el contrario, fue perdiendo la energía inicial. Vargas, en una jugada embarullada, puso el empate. El argentino tuvo el honor de marcar el primer gol del Espanyol en la fase de grupos.
A partir de este momento, el encuentro cambió por completo. Los blanquiazules, ahora sí, dieron un paso al frente y monopolizaron totalmente el choque. El dominio fue aplastante. Llegadas, llegadas y más llegadas ante un Ferencvaros que se limitaba a despejar balones. Granero estrelló un balón en el larguero que olía a gol. En este asedio a la portería húngara, un cañonazo de Campuzano pudo dar la victoria en los últimos compases, pero el gol finalmente no llegó.