1-1: Empate de orgullo
El Espanyol consigue un trabajado punto en su visita al Camp Nou
Con el derbi condicionado desde 24 horas antes, cuando se conoció que una resolución judicial, ajena al contexto del fútbol, permitía que Lewandowski, que llevaba expulsado y sancionado desde la última jornada previa al Mundial (8 de noviembre) recibiera una medida cautelar, al Espanyol le tocaba afrontarlo sabiendo que tendría que tirar, aún más, de casta y orgullo. El peligroso precedente que se ha sentado en el fútbol español ha abierto ahora un debate que seguirá activo durante muchas semanas y en el que las distintas posturas que se escuchen irán reafirmando sus argumentos.
La presencia de Lewandowski se hizo patente desde el primer instante, y de hecho, fue el primer rematador, aunque el autor final fue Marcos Alonso, en el gol azulgrana que abrió el partido a los seis minutos. En cualquier caso, el Barcelona se encontró con el escenario que esperaba: marcar pronto y llevar el ritmo desde la ventaja en el marcador. Sin embargo, se topó con Álvaro Fernández para desbaratar los remates de Lewandowski o un par consecutivos de Rafinha.
El exigua desventaja, que en el descanso, propició que el Espanyol diera un paso adelante en la segunda mitad, en la que comenzó a controlar mejor y a neutralizar la posesión local sin demasiados agobios. Sin embargo, un penalti de Marcos Alonso sobre Joselu, cuando intentaba controlar dentro del área, permitió a los blanquiazules empatar. El partido entró entonces en otra dimensión, básicamente, porque Mateu Lahoz dejó descontento por igual a ambos equipos. Expulsó a Jordi Alba y un minuto después a Vini, lo mismo que hizo, en la misma jugada, con Cabrera, pero la revisión posterior en el VAR anuló la roja que había visto el uruguayo. Al partido aún le quedaba incertidumbre con un descuento eterno que se diluyó con las buenas acciones de Álvaro Fernández ante Lewandowski y Christensen.