1-1: Empate cruel
El Betis igualó el marcador cuando el partido ya agonizaba
El Espanyol quería pescar en el río revuelto en que se ha convertido el Betis de las últimas semanas. Un equipo que duplica la masa salarial de los blanquiazules, convencido de que éste era su gran año, con una afición entusiasmada desde las primeras jornadas por la imagen que ofrecía el equipo y los partidos que firmó en la Europa League, se ha ido diluyendo, sobre todo después de caer en semifinales de la Copa del Rey contra el Valencia. La final se jugará en el Benito Villamarín y los béticos ya se sentían finalistas después de superar al Espanyol en la prórroga, en cuartos. Después vino el KO en Europa y desde entonces todo se ha ido desmoronando y el divorcio entre equipo y afición es cada vez más evidente y difícil de restañar en las tres jornadas que quedan de campeonato. Con ese escenario, Rubi se encargó de decirle a sus jugadores que tuvieran paciencia, que maduraran el partido, pese a la salida en tromba de los locales.
Pero el empuje verdiblanco duró poco. El Espanyol se fue adueñando del partido y se sentía cómodo manejando la pelota entre los espacios que se creaban en el campo. El primer susto lo puso un intento de Borja dentro del área pequeña que desbarató Mandi en el último instante. Poco después Joel tuvo que sacar con los pies un remate cercano de Lluís.
Sin pasar apuros, los blanquiazules iban sumando metros en ataque y así llegó el gol visitante. Canales falló al intentar jugar en corto con los centrales. Borja, atento, dribló a Joel pero su remate cercano lo sacó Mandi en la misma línea. El rechace le cayó al delantero de c, que cedió a Darder y éste superó a Joel y los dos centrales que defendían la línea de portería.
Tras el descanso, el Betis volvió a salir acelerado, pero los blanquiazules volvieron a asustar con un gol de Borja que fue anulado por fuera de juego, después de que superara a Joel en su salida.
El conjunto local añadió pólvora al ataque y empujó. Acabó acumulando muchos futbolistas en el área de Diego López, colgando balones y llegando con peligro. El Espanyol, que realizó un gran trabajo a lo largo de todo el partido, aguantaba con firmeza. Hasta la última jugada. Zou Feddal remató a la red cuando el duelo ya agonizaba. Empate cruel en el Benito Villamarín.