100 años de olímpicos en blanquiazul
Este mayo de 2024 se cumplieron 100 años de participaciones blanquiazules en los Juegos Olímpicos, y el destino ha querido que sea el mismo escenario donde se inició todo, París, como sede de las Olimpiadas. En esta crónica queremos destacar aquellos deportistas que participaron en los Juegos perteneciendo al Club. Tenemos futbolistas, un fondista y un sorprendente jugador de tenis.
París 1924: el inicio de todo
El combinado español de fútbol llegaba a la cita olímpica como uno de los grandes favoritos a la medalla de oro tras la plata conquistada en Amberes 1920. Para esta nueva aventura, la selección contó con dos espanyolistas para su escuadra: el ‘divino’ Ricardo Zamora, retornado a su casa desde 1922, y el irundarra José Luis Zabala, uno de los delanteros con más garra del panorama nacional. Sin embargo, el recorrido de la selección olímpica fue efímero, ya que cayó a las primeras de cambio en la ronda preliminar contra Italia (1-0). El partido, disputado en el Estadio Olímpico de Colombes el 25 de mayo de 1922, fue un choque muy igualado que cayó a favor de los transalpinos. Zamora fue titular y uno de los jugadores destacados. En cambio, Zabala no disputó ni un solo minuto. La prensa de la época achacó al combinado nacional la falta de preparación previa a los Juegos como causa de la temprana eliminación.
Otro jugador preteneciente a las filas espanyolistas, Ricardo Saprissa, también defendió los colores de España, pero en la disciplina de tenis. Ricardo fue un auténtico Sportsman de la época, y destacó también en el deporte de la raqueta. Campeón de España de dobles los años 1923 y 1924, formando pareja con Antonio Juanico, fue seleccionado para los Juegos, y formó en el dobles masculino con Eduard Flaquer y en dobles mixtos con Rosa Torras. Su andadura por el torneo también fue breve, ya que cayó eliminado en la segunda ronda con Flaquer y en la primera vuelta con Torras.
Londres 1948: el santboiano volador
El combinado de fútbol no contó con ningún jugador blanquiazul en su selección, pero sí hubo otra disciplina donde un deportista espanyolista estuvo presente. Con una de las secciones más potentes de la época, el Espanyol de atletismo contó con algunos de los grandes nombres del panorama nacional durante los años 40. Su gran estrella, el santboiano Constantino Miranda, formó parte de la expedición olímpica en los Juegos de Londres 1948. ‘Tino’ participó en dos pruebas de medio fondo, el 3.000 obstáculos y los 10.000 metros.
Memorable fue su actuación en el campeonato de obstáculos, donde se convirtió en el primer finalista de la historia del atletismo español en unos Juegos, finalizando en octava posición. Una posición que incluso pudo ser mejor, ya que tuvo el detalle de ayudar a levantarse a un atleta que le precedía al caer al suelo al superar el foso de agua. Este gesto le supuso ser distinguido con el premio Fair Play por el COI.
No tuvo tan buen resultado Tino en los 10.000 metros, ya que finalizo en 11ª posición, aunque algunos errores en las vueltas de los atletas doblados provocó una confusión en las clasificaciones finales. Algunos medios incluso especularon que Miranda podría haber finalizado en séptima u octava posición.
México 1968: apeados por los anfitriones
Migue Ángel Ochoa recaló en el Espanyol el 1967, procedente del Granollers. A pesar de contar con pocos minutos en el equipo durante su primera temporada, el joven lateral extremeño fue llamado por el seleccionador José Emilio Santamaría para formar parte de la expedición española en los Juegos de México, siendo titular en tres de los cuatro partidos disputados por la selección. Tras superar la fase de grupos con holgura, España cayó en cuartos de final contra la anfitriona, México, por 1-0.
Curiosamente, los caminos de Ochoa y Santamaría se unirían de nuevo en 1972 cuando el mister recaló en Sarrià. Con él en el banquilo, el extremeño firmaría sus mejores actuaciones y se haría con la banda izquierda del equipo.
Moscú 1980: triple participación perica
El Espanyol fue uno de los clubes que más futbolistas aportó a la selección olímpica española, con un total de tres nombres: Ángel González, Manolo Zúñiga y Urbano Ortega. Del trío blanquiazul fue Ángel quien consiguió hacerse hueco en el once de Santamaría (de nuevo seleccionador), siendo fijo en las alineaciones. Urbano y Zúñiga tuvieron un papel más testimonial, sobre todo el último, en un campeonato en el que la selección tuvo un papel decepcionante. A pesar de un prometedor empate a uno contra la República Democrática Alemana, las posteriores igualadas ante rivales de inferior calidad como Siria (0-0) y Argelia (1-1), dejaron al combinado olímpico sin opciones para acceder a cuartos de final.
Barcelona 1992: Sarrià, protagonista olímpico
La designación de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 supuso para Sarrià volver a ser epicentro del mundo del deporte tras el Mundial de 1982, al ser elegida una de las sedes del torneo masculino de fútbol. El estadio blanquiazul se tuvo que conformar curiosamente con la pedrea del campeonato, porque solo dio cabida a partidos de la primera fase en los grupos A, B y D, entre el 27 y 30 de julio, pero no las fases eliminatorias, reservadas por La Romareda, Lluis Casanova y Camp Nou. La ironía del destino quiso que Italia volviera al feudo perico, disputando partidos contra Polonia (derrota por 0-3) y Kuwait (victoria por 1-0). También se disputaron los encuentros entre Suecia y Paraguay (0-0), Suecia y Corea del Sur (1-1) y México y Australia (1-1).
Atlanta 1996: expectativas fallidas
La selección olímpica española, liderada por Javier Clemente, presentaba un cartel con una de las mejores hornadas de jugadores jóvenes de la historia, con nombres como Raúl, Morientes, Mendieta o De la Peña. El Espanyol aportó a su gran estrella, el canterano Jordi Lardín, quien había completado una temporada de ensueño con 21 goles en su haber, siendo el favorito de la grada de Sarrià. No obstante, el de Esparraguera no consiguió afianzarse en el once, siendo revulsivo en segundas partes.
Tras una fase de grupos donde España obtuvo un sólido resultado con dos victorias ante Arabia Saudita (1-0) y Australia (3-2), y un empate ante Francia (1-1), la siempre temible Argentina esperaba en cuartos de final. El partido fue una historia de dos mitades completamente distintas. Durante los primeros 45 minutos, los de Javi Clemente exhibieron el mejor fútbol que se había visto en el torneo olímpico. Sin embargo, en los últimos 45 minutos, sucumbieron ante la el vendaval y el talento argentino, con un contundente 4-0 final. La salida de Lardín y De la Peña en el segundo tiempo fue estéril, pues el sino de la selección se mantendría inalterable, haciéndose presente una vez más la conocida maldición de cuartos.
Sidney 2000: una dolorosa plata
Sin tiempo para celebrar la Copa del Rey conseguida por el Espanyol el 27 de mayo, Raúl Tamudo (quién dejó un mensaje grabado para la afición, que celebraba el título en la Plaza de Sant Jaume) y Toni Velamazán partían rumbo a la concentración de la selección Sub 21 española, dirigida por Iñaki Sáez. Este equipo conformaría la base para los Juegos de Sidney, celebrados en septiembre.
La participación del combinado español, con otra generación de lujo en la que también estuvo el canterano perico Capdevila, realizó un gran campeonato alcanzando la final. Tanto Velamazán como Tamudo disputaron todos los encuentros como titulares y ambos consiguieron marcar un gol.
El rival por la medalla de oro fue la sorprendente Camerún, con nombres muy conocidos por el espanyolismo, como Kameni o Wome. El partido de los leones indomables llevó la agresividad al límite, siendo los peor parados nuestros espanyolistas, quienes abandonaron el campo antes de campo por sendas lesiones, Velamazán en el 27 y Tamudo en el 49. El partido acabó en penales, y el combinado africano se llevó el preciado oro, con Kameni erigido como héroe nacional.
Pekín 2008: el primer oro perico
Por primera vez en su historia el Espanyol aportó, y por partida doble, dos jugadores en selecciones olímpicas extranjeras, y con un papel protagonista: Milan Smiljanic por Serbia y Pablo Zabaleta por Argentina. Curiosamente, ambos acabaron encuadrados en el grupo A de la primera fase, aunque sufrieron una suerte muy dispar.
Mientras la Serbia de Lola acababa en última posici´ón de su grupo, con un único punto en su casillero, la Argentina de Zabaleta, gran favorita a revalidar el oro tras el conseguido en Atenas 2004, realizó una competición perfecta con pleno de victorias. Pablo, dueño y señor del carril derecho albiceleste, recibió el primer oro (y hasta hora único) de la historia de un jugador perico en Juegos.
Tokio 2021: doble plata
La gran temporada, culminada con el ascenso a Primera División, de Óscar Gil y Javi Puado fue premiada por el seleccionador Luis de la Fuente con la convocatoria olímpica para los Juegos de Tokio.
El papel de ambos fue dispar, ya que mientras el lateral aprovechó la lesión de Mingueza para aposentarse en el once, la competencia en la delantera de hombres como Olmo, Oyarzábal, Asensio o Rafa Mir privaron a Puado de más minutos en el equipo, siendo titular en el partido de fase de grupos contra Australia (0-1 para España) y revulsivo en semifinales contra Japón (0-1).
El combinado olímpico, formado en su mayoría por los actuales campeones de la Eurocopa, perdió el oro en la prórroga contra Brasil (2-1), pero la presea de plata fue un magnífico epílogo para nuestros representantes espanyolistas.
París 2024: una nueva oportunidad
Para estos Juegos que se inician hoy, el Espanyol contará con dos representantes olímpicos, uno en el fútbol masculino y otro en el femenino.
En el combinado colombiano, Daniela Caracas ha sido una fija en las convocatorias de las cafeteras. Su gran físico y calidad han sido determinantes para el ascenso del Femenino a la Liga F, y de buen seguro será una de los puntales de Colombia, que se encuadra en el Grupo A de la fase de grupos, junto a Francia, Canadá y Nueva Zelanda.
En el caso de Joan Garcia, los paralelismos con Ricardo Zamora, primer olímpico perico, son reveladores. Vuelve a haber un portero blanquiazul cien años después con la selección y en el mismo escenario, París. Ambos llegaron al Club con 15 años, y nacieron el primer año del siglo (1901 y 2001).