1-0: Otro paso adelante
El Espanyol sumó tres puntos contra el Alavés en un partido en el que tuvo que exprimirse al máximo
El Espanyol buscaba una nueva victoria. Quería dejar en el olvido cuanto antes el tropiezo de San Mamés y volver a la senda que comenzó contra el Betis hace siete días. Dos triunfos, contra los verdiblancos y el Alavés, le deja muy cómodo en la clasificación y a la espera de poder acercarse aún más a los puestos de cabeza.
Demasiadas similitudes. Demasiados parecidos. Dos equipos construidos a la carrera este verano, con más de una docena de caras nuevas en cada uno de ellos. Dos estilos semejantes. Más eficaces que atildados. Esa era la primera impresión de lo que podía esperarse en el RCDE Stadium este mediodía del partido entre el Espanyol y el Alavés. Porque, independientemente de las sensaciones con las que llegaran, una imagen más global, de todo lo que han hecho hasta ahora, ofrecía números casi, casi, casi idénticos. 43 por 40 puntos (desde este mediodía, 46/40). Una victoria más el Espanyol (al final, dos). Una derrota más el Alavés (dos, también). Los mismos empates. Mejor porcentaje de gol para los blanquiazules, mejores números fuera de casa para los vitorianos (curiosamente, junto a Osasuna, son los únicos equipos que suman más puntos lejos que en su estadio). Igualdad. Por eso, aunque no lo pareciera, el partido tenía trampa. Mucho a ganar y mucho a perder. Puntos contra sensaciones. Y como aderezo, la sensación de que habría mucho control, mucha pizarra, mucho esfuerzo táctico. Al final ganó el Espanyol porque se exprimió en la segunda parte, se vació e impidió cualquier reacción visitante.
Apretó el acelerador el Alavés de salida. Ni se inmutó el Espanyol. Le regaló espacio y esperó agazapado para ir ganando metros poco a poco. Y a eso se dedicó a partir del primer cuarto de hora. Gerard firmó el primer chut entre los tres palos. Y luego llegaron los remates desviados de Marc Roca, Aarón y Caicedo, como un cronómetro, cada tres minutos. Recuperaron el aliento los dos equipo a la media hora por el intenso calor que empezaba a apretar de lo lindo. Un cabezazo de Piatti, tras un primoroso centro de Jurado, se escapó fuera por centímetros y acabó la primera mitad con un chut de Jurado que rozó el larguero. Antes quiso hacer lo mismo Camarasa pero su lanzamiento fue muchísimo más desviado.
El descanso le vino bien a los blanquiazules. Arrancó con más chispa en la segunda mitad, puso una marcha más y se mantuvo durante muchos minutos cerca de la meta visitante. Gerard lanzó fuera un chut desde muy cerca de meta y poco después, esa presión le dejó con una falta en la frontal que el Espanyol convirtió en gol después de un buen movimiento de estrategia. David López rodeó toda la barrera del Alavés y puso el cuerpo lo justo para que la pelota le cayera, mansa, a los pies de Piatti, que no perdonó en el área pequeña. El gol premiaba a los blanquiazules y abría un partido que se notaba atrancado.
La siguiente buena noticia fue el regreso de Leo Baptistao, ausente por lesión desde el 11 de diciembre. A los pocos segundos de estar en el campo se probó con un buen remate desde fuera del área que puso en apuros a Pacheco. Y luego volvió a intentarlo en otro mano a mano contra el portero del Alavés, lo mismo que Gerard que fue un continuo incomodo para la defensa visitante. La mínima ventaja mantuvo cierta tensión hasta el final, sobre todo, por las ocasiones que se malograron para cerrar el marcador mucho antes.