1-0: Esfuerzo sin premio
El Espanyol plantó cara en el Bernabéu pero se fue de vacío en un partido que peleó hasta el final
El Espanyol se marchó de vacío del Bernabéu después de pelear sin descanso. Una vez más el ‘gafe’ del coliseo blanco volvió a aparecerse y favoreció que los locales se llevaran los tres puntos. Otra vez, curiosamente, el VAR volvió a actuar en contra de los blanquiazules y el remate de Asensio, anulado al principio, acabó iluminando el marcador final.
Se esperaba un Madrid volcado desde el principio en lo que se presumía que sería un guión anticipado de lo que pasaría en el Bernabéu. Y se esperaba a un Espanyol, con caras nuevas, que no dudaría en combinar hasta encontrar el espacio necesario en ataque. Y así llegó la primera gran ocasión visitante, con un remate desviado de Piatti que encogió el corazón de los aficionados locales. Antes, Isco también había avisado con un remate desviado. Sin embargo, ese toma y daca, en una y otra portería, tenía paciencia para cocinarse. Dídac tuvo la segunda blanquiazul y Casemiro, casi de inmediato, la madridista.
El Espanyol no pasaba apuros. Hasta cierto punto se sentía cómodo controlando el ritmo blanco y no dudaba en acercarse a la meta de Courtois. Hernán tuvo una nueva ocasión. Condujo, dribló a Ramos y forzó el rechace del meta belga. Cuando Dídac intentó aprovechar el rechace se encontró en fuera de juego y con Odriozola encima.
Los minutos pasaban y no parecía que el marcador quisiera moverse. Hasta que llegó el VAR. Otra vez el VAR. Otra vez en mitad del camino blanquiazul. Un remate de Asensio, que acabó en gol, tuvo la respuesta inmediata de Mateu Lahoz y su asistente anulándolo y la corrección inmediata del video-arbitraje que lo convirtió en gol legal.
La segunda mitad comenzó con un aviso de Isco que rozó el poste de Diego López cuando el equipo trataba de cerrar el largo ataque blanco. Rubi reaccionó rápido para inyectarle nueva velocidad al equipo y puso en el campo a Víctor Sánchez y Leo Baptistao. Lopetegui hizo lo mismo con Mariano y, poco después, Lucas Vázquez. El partido estaba suficientemente trabado y equitativo que costaba que se inclinara de uno u otro lado.
Borja peleó por una pelota con Sergio Ramos, se la llevó y su remate se estrelló en el larguero, cuando todo el Bernabéu enmudecía angustiado, al principio, y aliviado al ver como el balón era escupido de nuevo a pies de los centrales blancos.
El partido siguió por los mismo derroteros. El Espanyol se fue atreviendo un poco más y comenzó a acercarse a la meta de Courtois.
El partido siguió por los mismo derroteros. El Espanyol se fue atreviendo un poco más y comenzó a acercarse a la meta de Courtois, pero perdonó en los metros finales y se quedó sin premio.