0-4: Goleada a domicilio
El Espanyol gana en un partido perfecto en Vallecas
Tras un inicio algo tímido, el Espanyol fue un auténtico vendaval. El equipo dirigido por Manolo González completó un primer tiempo espectacular. Más allá de los goles de Cabrera, ¡qué manera de celebrar sus 200 partidos oficiales con el RCD Espanyol!, y de Roberto, tras una gran acción del capitán Puado, el equipo fue un auténtico espectáculo. El técnico acertó con su once inicial y tanto Edu Expósito como Roca aportaron dinamismo al equipo.
Urko se impuso en el centro del campo y manejó el partido a su antojo. Se anticipó, robó y mostró una visión de juego al alcance de muy pocos jugadores de la categoría. Hasta en los rebotes tuvo suerte. El planteamiento blanquiazul fue de matrícula. Pol Lozano barrió en el centro del campo y Edu Expósito disfrutó con balón.
Fueron dos goles, pero la realidad es que podría haber sido una goleada de escándalo. Puado calcó dos veces la misma acción, pero sin el premio del gol igual que Romero, quien aprovechó la fragilidad defensiva local en su banda derecha para presentarse de manera continua en el área rival. Roca, que nada más empezar tuvo una oportunidad muy clara, también generó juego. La acción más clara, un pase en la frontal para un Roberto que, tras su gol, tuvo dos opciones más. Fue una auténtica delicia ver al Espanyol. Acciones combinadas, excelente colocación, mucha intensidad y llegadas claras al área contraria; una auténtica delicia. Ocho años después el RCD Espanyol llegaba al descanso con una ventaja de dos goles. Un dato que constata la magnitud del partido realizado por los espanyolistas.
Tras un primer tiempo excelso, era de esperar que el Rayo Vallecano reaccionara. Debió leerles la cartilla Íñigo Pérez en el descanso, porque el conjunto rayista cambió radicalmente. El equipo local dio un paso al frente y el Espanyol, en cambio, no mostró ni la frescura ni la lucidez del primer tiempo. Es cierto que tanto Puado como Roberto estuvieron muy cerca de ampliar la ventaja, pero les faltó finalizar. Por suerte para los pericos, cuando más agobiados estaban, emergió la figura de Joan García. El portero catalán volvió a ser clave para mantener a su equipo en el partido cuando todo hacía indicar que el Rayo podía marcar en cualquier momento.Pero, por fin, el espanyolismo pudo vivir un día feliz. Una nueva acción ofensiva acabó con un penalti sobre Roberto. Puado, el capitán, asumió la responsabilidad y logró su décimo gol de la temporada, mejorando todos los registros de su carrera en la máxima categoría.Finalmente, Pere Milla cerró la goleada con un gol que terminó de sentenciar el partido con el 0-4 en el marcador, dejando claro el dominio total del Espanyol.