0-3: Va por ti, Dani
El Espanyol logró, en Lucerna, una victoria con autoridad y tiene un pie en la última ronda previa
El Espanyol quería dejar lo más encarrilada posible la eliminatoria ante el FC Luzern. Y de paso dedicar el triunfo a Dani Jarque. Ni técnico ni jugadores querían confianzas de ningún tipo. Todos se conjuraron en los días previos para expresar su voluntad de que sólo pensaban en una victoria. Y eso que el conjunto helvético ya tiene visos de ser un buen equipo: compacto, trabajado, intenso en el juego, muy físico y con las ideas claras. Si no puedo jugar de tú a tú, monto dos líneas defensivas con todos los jugadores dentro de mi propio campo. Que el Espanyol mueve la pelota, pues que la mueva y a esperar un fallo o una recuperación para salir en velocidad que para eso están Eleke y Demhasaj. Sin problemas. Sin rubor. Y la fórmula funcionó durante muchos minutos. El Espanyol, paciente, esperaba su oportunidad y la encontró después de un centro de Melendo que Ferreyra cabeceó al fondo de la red. El equipo se apiñó para celebrarlo todos juntos y con las manos elevadas al cielo. La dedicatoria, emotiva y preciosa, estaba más que clara el día que se cumplía el décimo aniversario de la muerte de Dani Jarque.
Además, ese 0-1 premiaba la insistencia blanquiazul ante un equipo que nunca, en esos primeros 45 minutos, llegó a inquietar la meta de Diego López. Ferreyra tuvo, a poco para llegar al descanso, la segunda ocasión con un remate con la izquierda que puso en apuros a Muller.
La segunda mitad comenzó sin cambios: ni en los equipos ni en la manera de estar sobre el campo. el Espanyol fue ocupando los espacios y acercándose a la meta local con una doble ocasión de Borja y de Naldo. Poco después Pedrosa intentó un remate sobre la meta local que Muller despejó con los pies.
Se mascaba el segundo y llegó en el 59. Dídac casi sin ángulo sobre la línea de fondo, colocó la pelota por alto en un remate de rabia, seco, decidido, certero y efectivo. El Espanyol se sintió arropado por el marcador y fue acercándose de forma repetida a la portería suiza. La guinda la puso Matías Vargas, el día de su debut, con un golazo desde la frontal del área que se coló por la escuadra. La guinda El premio a un partido completísimo.