0-2: El triunfo de la paciencia
El Espanyol sigue adelante en la Copa después de superar a la UD Sanse en un partido trabado
Lo había avisado Abelardo y lo intuían hasta los vecinos que se asomaban a los ventanales de los apartamentos que cierran el fondo del estadio del Sanse. Había que apretar los dientes. Plantar batalla. No sería nada fácil. Y menos ante un equipo potente físicamente. La fórmula del Sanse es el abecé del fútbol: líneas juntas, esfuerzo, solidaridad y pelear cada ataque como si fuera el último. Sólo con eso le bastó para embarullar el juego, trompicarlo y que el Espanyol no se sintiera cómodo ni un minuto. Sólo con eso le bastó, también, para poner en un algún apuro la portería blanzquiazul, bien resuelto por Andrés Prieto.
En cualquier caso, se notaba que los de Abelardo se tenían que poner el traje de faena, olvidarse de florituras y tirar de paciencia. Y así, después de mucho trabajar, Iturraspe tuvo la primera ocasión visitante con un chut lejano que acarició el poste derecho de Irureta, el veterano portero local que marcó una época sobresaliente en el Éibar. Pero no fue hasta el último minuto de la primera mitad cuando Calleri persiguió un pase profundo de Melendo para pelearlo hasta el final y acabar rematando a gol casi encima de la misma línea.
El Espanyol advirtió que esa renta era pequeña y en la segunda mitad apretó el ritmo. Nada más comenzar Pedrosa puso a prueba a Irureta. Y poco después Wu Lei apareció para sorprender pero no pudo acabar su remate solo ante el portero. La expulsión de … marcaba un poco más de ventaja para los blanquiazules aunque los locales no se rendían por lo apretado del marcador.
La esperada salida de RDT fue un revulsivo en ataque porque en tres minutos provocó dos claros remates que detuvo el meta local, que se convirtió en el auténtico héroe local poco después, al desviar espectacularmente un remate de David López.
Sin embargo, poco pudo hacer a poco del final cuando Pedrosa puso un buen centro y RDT demostró su olfato de ‘nueve’ para colocar el 0-2 definitivo. Trabajo completado y a esperar un nuevo rival.