0-2: Demasiados infortunios
Cuarta derrota de la temporada en el RCDE Stadium en un partido condicionado por los errores blanquiazules
El RCD Espanyol de Barcelona no pudo romper su mala racha de resultados en el RCDE Stadium y sufrió una dolorosa derrota ante el Real Valladolid, que se benefició de un penalti discutible. Al conjunto blanquiazul, que salió mejor que su oponente, le costó mucho reaccionar tras verse por debajo en el marcador y cuando mejor estaba en el segundo tiempo, llegó la expulsión de Calero que dejó al equipo prácticamente sin opciones y los visitantes marcaron en la última acción del partido.
Las malas experiencias de las primeras partes en los anteriores compromisos ligueros obligaban al conjunto blanquiazul a salir con otra actitud para evitar los errores del pasado. Lo cierto es que el equipo salió más enchufado, vertical y con un juego más alegre que se tradujo en dos buenas oportunidades para Calleri (al palo) y Matías Vargas. Los de David Gallego mejoraron respecto a anteriores partidos y Calleri, que tuvo más protagonismo ofensivo, dispuso de una nueva oportunidad para inaugurar el marcador. El Espanyol transmitía buenas sensaciones, era muy superior al Valladolid y parecía destinado a lograr la victoria. Sin embargo, todo cambió en poco más de un minuto.
Un fallo en la salida de balón estuvo a punto de acabar en gol visitante, pero Diego López estuvo espectacular para despejar a córner. El gallego volvió a salvar al equipo en la siguiente acción. Sin embargo, la jugada acabó en un muy que discutible penalti de Víctor Sánchez. Míchel engañó a Diego López para adelantar a los suyos. El partido entró en una fase turbia, con muchas faltas, interrupciones y se vio a un Espanyol más espeso y sin tanta clarividencia. Antes del descanso una para cada equipo: Sandro tuvo el segundo, pero Diego López estuvo rapidísimo y Calleri no acertó a rematar un centro de Víctor Sánchez.
El Espanyol salió convencido y con ánimos renovados. Una gran jugada de Vargas acabó en la pierna derecha de Pedrosa, que no acertó en el remate. Sergi Darder, que fue uno de los más destacados tras el descanso, lo probó con un remate lejano que salió cerca del palo. Calleri, muy combativo como siempre, se fabricó una jugada que culminó con un disparo duro y seco. El equipo de David Gallego quería el empate, pero, como en el primer tiempo, una indecisión defensiva volvió a condicionar las opciones del equipo. Calero vio la roja directa y el posterior lanzamiento de falta acabó en gol de Joaquín anulado tras revisión del VAR.
El contexto para los blanquiazules, con el marcador en contra y con uno menos, era complejo, pero los locales lo siguieron intentando ante un Valladolid que intentó parar el partido continuamente. Con el equipo volcado buscando el empate, llegó la sentencia pucelana en la última acción del juego.