0-2: Añadido cruel
El Celta se lleva la victoria gracias a los goles de Rossi y Sisto en la prolongación
Jarro de agua fría. El Espanyol encadenó su segunda derrota consecutiva en el RCDE Stadium y después de tres jornadas sigue sin ganar en casa. Un partido trabado y sin apenas oportunidades, se acabó decidiendo en el tiempo de añadido cuando todo parecía apuntar a un empate. Sin embargo, Rossi y Sisto acabaron con las esperanzas blanquiazules de la manera más cruel.
Espanyol y Celta llegaban al partido después de ganar sus dos primeros partidos de la temporada tras un inicio algo complicado para ambos equipos que han sufrido un calendario difícil. A priori, se esperaba que pericos y vigueses jugaran más liberados y con menos ansia tras los resultados positivos logrados entre semana, sin embargo, fue un partido predominantemente táctico y sin apenas oportunidades.
El Espanyol quería dar un paso más ante una afición que esperaba la primera victoria de la temporada en casa. Quique Sánchez Flores apenas modificó su once y sólo introdujo un cambio: Marc Roca por Hernán Pérez. En el campo coincidían los cinco mediocentros de la plantilla en diferentes posiciones sobre el terreno de juego. La realidad es que fue un partido tosco, brusco, con muchas interrupciones y que se complicó aún más por culpa de la lluvia. Fue muy complicado disfrutar de continuidad por parte de ninguno de los dos contendientes que, además, tampoco quisieron arriesgar en exceso y crearon pocas opciones de peligro.
Como viene siendo habitual esta temporada el jugador más incisivo de los pericos fue Leo Baptistao. El delantero, que logró ante Osasuna su primer gol, malogró un claro mano a mano con Sergio Álvarez que podría haber significado el primero de la noche. Poco después no aprovechó un buen servicio de Reyes que inventó una asistencia entre una marabunta de piernas.
Hernán entró en el campo tras el descanso en lugar de Marc Roca y Caicedo lo hizo poco después por Leo Baptistao, que se retiró visiblemente dolorido. La velocidad del paraguayo podría ser un recurso para los blanquiazules en un partido demasiado plano y sin apenas llegadas a las áreas. No obstante, los cambios tampoco tuvieron demasiado efecto y el partido siguió por los mismos derroteros con más imprecisiones si cabe y con menos fútbol. Para acabar con los contratiempos, Reyes pidió el cambio y en su lugar entró Jurado.
El partido se animó un poco en dos acciones prácticamente consecutivas de los locales. Primero fue Gerard quien no pudo definir tras un buen pase de Víctor y más tarde llegó el turno de David López que, en una jugada de estrategia, dispuso de una buena opción para marcar. Impulsado por la grada, el conjunto blanquiazul fue a más y tuvo más continuidad ofensiva, especialmente, con las apariciones de Jurado por banda izquierda. Parecía que el Espanyol estaba en condiciones de doblegar a su rival, pero, de nuevo, los minutos finales fueron duros con los blanquiazules. Rossi aprovechó un balón al espacio para superar a Diego López en su salida y adelantar a los suyos. Sisto, con un potente disparo desde la frontal, acabó de hundir a los blanquiazules.