0-1: Primer paso
El Espanyol consigue la victoria en el Molinón y la eliminatoria se decidirá en casa
Después de una temporada irregular y de una semana larga, por fin, llegaba el primer partido del playoff ante el Sporting de Gijón. La ciudad asturiana estaba entregada a su equipo que sueña con volver a Primera División, categoría en la que no juega desde la temporada 2016-2017. Recibimiento especial, mosaico a la salida de los jugadores, El Molinón en pleno esplendor… Más allá de rivalidades deportivas, ambientes como éste dan un toque diferente al fútbol. Afortunadamente, el Espanyol mostró una gran versión y no se dejó intimidar. Manolo González realizó algunos cambios y apostó por El Hilali, Gragera, Jofre y Nico Melamed para completar su once.
El Espanyol salió con una gran actitud al terreno de juego. El conjunto blanquiazul, como ya había hecho en los últimos partidos, presionó muy alto, incomodó enormemente al Sporting de Gijón en la salida y recuperó gran cantidad de balones. El único riesgo eran los duelos casi personales entre los centrales y los dos puntas del conjunto asturiano, pero el Espanyol quería ganar. Lo demostró pronto con una gran oportunidad de Nico que remató alto con todo a favor.
Incomprensiblemente, el primer tiempo acabó sin goles. Fueron 45 minutos intensos, con intercambios de golpes, con un Espanyol que tuvo más la pelota y las ideas claras, pero que sufrió en alguna contra, especialmente, en un par de acciones de Hassan. Por suerte, también apareció un inspirado Joan García para evitar el primer gol local tras un buen remate de Gaspar. El conjunto blanquiazul dispuso de magníficas oportunidades para marcar. La más clara, un remate de Puado, a pase de Braithwaite, que salió demasiado alto. Insistió el Espanyol con otro buen remate del delantero danés tras pase de Jofre, siempre activo por la banda derecha.
El Espanyol fue capaz de mantener el mismo tono de intensidad y de hambre. El conjunto blanquiazul buscó continuamente la portería de Yáñez alternando ataques verticales con posesiones más largas. Manolo González decidió refrescar al equipo con la entrada de Brian Oliván por un exigido, pero cumplidor Pere Milla y con Salvi por un agotado y entregado Jofre. El Sporting tuvo sus minutos y aunque sin inquietar demasiado a Joan García, sí que es cierto que generaron algo más de dudas en la defensa blanquiazul. En ese sentido, la entrada de Campuzano dio un poco más de mordiente a su equipo.
Continuaba viéndose agobiado el conjunto perico por un rival que tiró de energía y de amor propio. Pese a todo, el Espanyol fue capaz de generar la mejor oportunidad del segundo tiempo con un remate de Braithwaite que despejó Yáñez.
Pero todo esfuerzo tiene su recompensa, y Puado, que había perdonado una clara en la primera parte, transformó el gol de la victoria en el 89, tras una asistencia de Braithwaite.