0-1: Mendizorroza fue conquistado
Gerard sella la primera victoria en Vitoria, en Liga, en un final trepidante
El RCD Espanyol se presentaba en Mendizorroza con un objetivo claro: ganar en campo del Deportivo Alavés por primera vez en la historia de LaLiga. Y así fue. Tras doce visitas a tierras vascas, Mendizorroza fue conquistado.
Corría el minuto 80 de partido cuando Gerard Moreno envió al fondo de las mallas un saque de esquina para resarcirse del penalti fallado pocos minutos antes. Victoria en Vitoria que supone la sexta jornada consecutiva imbatida de la plantilla perica y el tercer triunfo fuera de casa, en el partido número de 2.600 del club en la máxima competición estatal.
Quique Sánchez Flores había advertido de la peligrosidad del Alavés en los varios registros que maneja el conjunto de Pellegrino: contraataque y posesión. El duelo empezó con el guión pautado, el equipo local sacudió el inicio pilotando los primeros compases. Kiko Femenía y Theo profundizaban por las bandas para esgrimir centros laterales sobre el arco de Diego López. De hecho, Deyverson y Camarasa buscaron con ahínco la portería blanquiazul.
Pero fue el Espanyol quien asustó primero. Jurado, con un suave toque, fino y repleto de estilismo, hizo lucir a Pacheco, que se estiró de manera inverosímil para evitar que el balón entrase por la escuadra. Poco después fue Reyes quien ejecutó una falta milimétrica desde la media luna que salió repelida por el larguero. El sonido del esférico al topar con el palo enmudeció al Estadio.
La reanudación empezó con los mismos ingredientes: aceleración del Alavés y calma controlada del Espanyol. Y desde la serenidad debutó Óscar Melendo, jugador del filial que con tan sólo 19 años pisaba por primera vez el césped de Primera División. Deyverson se encontró con el gol, pero el tanto fue anulado por fuera de juego. Los pericos crecían desde el dominio de los tiempos y fruto de un robo cerca del área de castigo, Jurado filtró un pase que Alexis interceptó con la mano. Penalti.
Quedaban poco más de diez minutos para el final del partido, Gerard asumía la responsabilidad desde los once metros, cargaba con la izquierda, golpeo ligero y… Detenía Pacheco. Mazazo aparente. Pero el delantero y el equipo se recompusieron. Y lo hizo con mucha fuerza. En la siguiente jugada, Gerard se reconciliaba con el gol y mandaba al fono de las mallas un centro ejecutado desde la esquina. 0-1. El Espanyol resistió y compitió con experiencia las últimas acometidas del Alavés. Y finalmente, en la duodécima visita, Mendizorroza fue conquistado.