0-1: Derrota en el primer amistoso
El Espanyol pierde ante el Cádiz en el estreno del equipo en Marbella
Después de casi tres semanas de preparación, el Espanyol disputó su primer partido serio. Enfrente el Cádiz de Sergio González, un equipo claramente definido, comprometido, sólido y con las ideas muy claras. El encuentro arrancó con opciones para los dos equipos. Negredo, un clásico del fútbol español, tuvo la primera bien respondida por Dimata, que consiguió superar a David Gil tras un pase preciso de Javi Hernández. El asistente, sin embargo, se equivocó al señalar un fuera de juego absolutamente inexistente.
El Espanyol, desde el inicio, quiso ser protagonista y no escurrió la responsabilidad ante un Cádiz ordenado y bien asentado en defensa. Los cadistas cierto es que aprovecharon algún desajuste defensivo al comienzo del encuentro y estuvieron cerca de adelantarse en el marcador, pero tanto Joan como Cabrera reaccionaron a tiempo para evitar cualquier disgusto. En un partido táctico y disputado a un ritmo alto, el conjunto blanquiazul se encomendó a la clase de Darder y a la inspiración de Lazo, cosido a faltas en el primer tiempo, y a un buen Jofre, que dispuso de dos buenas ocasiones para marcar. El Espanyol llegó al intermedio transmitiendo buenas sensaciones y confirmando que la idea de Luis García está claramente instalada en la plantilla.
Los dos contendientes introdujeron numerosos cambios como era de esperar. El Espanyol fue el primero en amenazar la portería visitante con una buena acción de Puado. El ‘7’ perico remató desviado cuando ya había superado a Conan. Los blanquiazules estuvieron bastante fluidos en el juego y se asociaron con brillantez, aunque sin profundidad. El Cádiz solo intimidaba en jugadas de estrategia donde su envergadura física le concedía cierta ventaja. En una de esas acciones, los de Sergio González consiguieron marcar gracias a un testarazo de Mbaye.
Tras el gol, el Cádiz comenzó a sentirse más cómodo con la pelota, mientras al Espanyol le costaba hilvanar varios pases seguidos. Los cadistas apostaron por tener más posesión de la pelota, mientras los blanquiazules buscaban la manera de tener más protagonismo. Vadillo le dio un poco de chispa al ataque con dos acciones consecutivas que no tuvieron final feliz. Lo intentó el Espanyol hasta el final sin la recompensa de un gol que hubiese sido justo.