0-0: Un punto para crecer
El Espanyol tutea a Osasuna pero sólo consigue un empate en un partido intenso y muy disputado
Los caprichos del destino o las carambolas que te da la vida, da igual: el Espanyol volvió a jugar un partido oficial en Primera División con público allí donde lo dejó en marzo del 2020, cuando se desató la pandemia a nivel mundial. El Sadar, hoy totalmente remodelado, acogió a los mismos rivales con los que despidió una temporada que cerró sus últimas jornadas sin el aliento de las gradas. Por lo demás, todo fue más o menos lo mismo que entonces y que en los años anteriores.
Osasuna volvió a ser el equipo fiel a su eterno estilo. Lucha, pelea continuada, velocidad, contragolpe y centros insistentes desde las dos bandas. El Espanyol, por el contrario, sólo podía oponer paciencia y buscar la espalda de la defensa local. Jugar con inteligencia para superar la pelea permanente a la que invitaba Osasuna. En esa refriega se vieron aproximaciones a las dos áreas. Los locales lo intentaron, antes del descanso, con remates de Kike y Moncayola y los blanquiazules respondieron con una buena acción de Embarba que detuvo Herrera y con una finta y un remate que intentó RDT desde el borde del área y que salió rozando el poste.
En ese intercambio de sudor y esfuerzo, al Espanyol le quedaba seguir trabajando y ‘picando piedra’, como se decía hace un par de décadas, hasta el final. Y a eso se dedicó nada más comenzar la segunda mitad, en unos minutos en los que construyó juego y encontró los espacios que no había tenido antes. RDT no llegó por centímetros a un preciso centro de Wu Lei y eso impacientó a la grada local. Poco después Dimata le puso la pelota en ventaja a Embarba, pero su remate se fue alto. Osasuna apretó alentado por la grada, pero no consiguió doblegar el esfuerzo local. Al final queda la sensación de que el Espanyol quiso y buscó los tres puntos y firmó las ocasiones más claras, pero se quedó sólo con un punto que ha de servirle para seguir creciendo.