0-0: Punto de supervivencia
Los palos y Diego López, que detuvo un penalti, permiten sumar un nuevo empate al Espanyol
El Espanyol sumó su cuarto empate consecutivo. En esta ocasión, el conjunto blanquiazul igualó a cero en Riazor en un partido muy igualado. Diego López volvió a ejercer de salvador al detener un penalti. El gallego fue una pesadilla para el Deportivo que, en la segunda parte, buscó la victoria. Los palos también se aliaron con los blanquiazules. Cartabia y Andone se toparon con la madera, mientras el Espanyol se aplicaba en defensa para sumar un nuevo punto.
Resultaba, como poco, curioso comprobar que Deportivo y Espanyol están a estas alturas de campeonato luchando por escaparse de la zona baja de la clasificación. Ambos parecen atesorar más calidad de lo que dicen sus números en este campeonato complejo y apretado salvo en la cabeza de la clasificación. Ambos equipos, además, sumaban la angustia de saber que hace muchas semanas que no conseguían una victoria que les devolviera la serenidad para afrontar el tramo final de Liga. Necesidad en ambos lados. Y voluntad de mejora. Y ambición por conseguirlo. Al Espanyol le ha faltado el acierto de la temporada pasada para asentarse de media tabla para arriba y al Depor le ha penalizado en exceso el tsunami de goles encajados. Así las cosas era normal pensar en un partido encorsetado y marcado por la voluntad de no sumar errores. Y así se vio durante muchos minutos.
El Espanyol tuvo más posesión que otras veces y se acercó con más insistencia a la meta de Rubén, pero también el Deportivo tuvo más precaución y optó por sumar efectivos en defensa para evitar sorpresas. Pero tampoco se encogían en exceso y, por momentos, se presentaba en ataque con cuatro elementos (Andone, Adrián, Lucas y Fede Cartabia) para anclar a la defensa catalana.
De hecho, se tuvo que consumir más de la mitad de la primera parte para que comenzaran a aparecer las ocasiones. Primero Baptistao remató alto un centro de Granero y poco después Fede buscó la escuadra de Diego López con una rosca de manual. Tampoco acertó Andone tras una gran galopada ni Baptistao, esta vez de cabeza, en un centro de Piatti.
Ninguno de los dos equipos quería regalar nada y así volvieron tras el descanso. Minutos de tanteo, de coger aire, de evitar precipitaciones y dosificar fuerzas hasta el final. Pero cuando más sereno parecía el Espanyol se encontró con un penalti en contra por un derribo de Granero a Lucas que buscó el contacto y arrastró la pierna hasta que lo encontró. El propio Lucas lo lanzó con fuerza y colocado pero Diego López acertó la trayectoria y detuvo el lanzamiento. Aún quedaba una eternidad. Sufrió el Espanyol hasta el final. Andone dispuso de una gran oportunidad, pero su cabezazo dio en el palo. El portero gallego sostuvo al conjunto blanquiazul en los minutos finales con muy buenas intervenciones y permitió sumar a su equipo un nuevo empate.